Cuando los Yankees de Nueva York cambiaron a Gary Sánchez a los Mellizos de Minnesota en un paquete que incluyó al antesalista Gio Urshela y por el cual recibieron a los peloteros Josh Donaldson, Isiah Kiner-Falefa y Ben Rortvedt, el mundo se asombró. Jamás pensaron que los Bombarderos se librarían del careta dominicano en ese momento y mucho menos de tan atípica y sorpresiva manera.

Desde aquel día hasta hoy mucha agua ha corrido bajo el río, ya la marea de los comentarios y análisis bajó y El Kraken está centrado en dar lo mejor de sí a su nueva escuadra, al igual que su compañero colombiano.

En este preciso instante, el oriundo de Santo Domingo posee línea ofensiva de .224/.282/.435, con 7 jonrones, 13 dobletes, 27 carreras impulsadas y 16 anotadas luego de 44 juegos disputados con los Twins y 161 turnos al bate.

Los problemas ofensivos de los últimos tiempos han ido y venido, pero parece que al menos ahora no son especialmente graves, primero porque no ha caído en ninguna racha negativa importante como en otrora y segundo, porque lejos de la presión mediática que representa jugar en los Yankees, las cosas son más llevaderas y apacibles.

Levantó su voz de protesta

No obstante, el receptor de 29 años de edad no olvida su vida en la Gran Manzana y tampoco a sus excamaradas, especialmente a los que comparten nacionalidad con él. Quizás por eso decidió emitir su opinión sobre la situación que atraviesa el utility Miguel Andújar, quien recientemente le solicitó a los Mulos del Bronx que lo cambiaran a otro club, luego de que nuevamente fuera bajado al nivel Triple A de la franquicia. Sánchez dijo lo siguiente:

“Mi opinión, es hora de que ellos o cualquier otro equipo le den una oportunidad. Se merece jugar en las Grandes Ligas. Ha hecho un buen trabajo, ofensivamente, pero también defensivamente. Ha recorrido un largo camino a la defensiva y ha demostrado que es capaz de mantenerse en las Grandes Ligas. Tal vez se merece una oportunidad en otro equipo”.

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Sus números lo hunden: Miguel Andújar en un abismo del que no saldrá