La integración de Fernando Tatis Jr. a los campos entrenamientos en Marzo del presente año, trajo consigo una noticia inesperada; Durante la temporada muerta, el campocorto dominicano de los Padres de San Diego sufrió una fractura en la muñeca izquierda y tuvo que ser  atendido quirúrgicamente, situación que lo obligó a perderse el inicio de la temporada de grandes ligas y luego de dos semanas de la apertura, aún seguimos sin fecha oficial de su regreso.

Según avanza la temporada, hemos visto cómo Tatis Jr. se recupera poco a poco y se integra a las prácticas del equipo, inclusive en los últimos partidos de los Padres ha estado presente en la cueva, brindando apoyo a sus compañeros.

Dentro de sus rutinas diarias en las prácticas, se ha visto a la súper estrella de los Padres con mucha frecuencia en los últimos días practicar con un balón de fútbol soccer, correteando, haciendo malabares con los pies y hasta simulando juegos con sus compañeros.

Ayer se publicó un video donde vemos a Tatis Jr. jugar fútbol con sus compañeros y en un intento de maniobrar el balón, tropezó con el mismo, provocándole una caída abrupta al suelo que estoy más que seguro que no fue de mucho agrado para A.J. Preller y la oficina de los Padres.

En la rueda de prensa de Preller anunciando la lesión de Tatis Jr. se mostró un tanto desilusionado, luego de tener la esperanza de que este año sería el de competir por el todo en la división oeste de la Liga Nacional, teniendo presente el desagradable declive que sufrió el equipo en Septiembre del 2021.

El Niño quien tiene un contrato de 340 millones de dólares con el equipo de San Diego, ha tenido un largo historial de lesiones luego de su llegada al equipo y puede dar un manual especializado de cómo lesionarse.

Este tipo de situaciones debe empezar a manejarlas, los Padres tienen puesto en sus hombros el futuro de la organización y lo demostraron con el contrato ya mencionado. Una lesión mas que interrumpa la recuperación y el regreso de Tatis Jr. sería fatal para los planes del equipo y el letrero de irresponsabilidad se tatuaría en la frente del joven jugador.