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Al leer e indagar en su historia, cierto halo de mala suerte parece marcar su camino y solo tiene 26 años, pero la sensación que deja cuando uno lo ve lanzar es que quizás desde aquel debut en 2020 debió quedarse para siempre en Las Mayores.

Hace unos días a comienzos de marzo, en plena acción de los Entrenamientos de Primavera, Jake Woodford reafirmó aquella impresionó de la que hablamos, esa de ser un pitcher hecho para los grandes escenarios.

La mejor impresión 

El oriundo de Florida lanzó cuatro entradas de apenas tres hits frente a los Yankees de Nueva York y en ese entonces su ponche a Aaron Judge fue parte de la comidilla diaria para los principales medios de comunicación en materia deportiva.

Lució imponente, determinante allí en Tampa, mostrando un buen plan de pitcheo y en consecuencia dando una clase magistral de lo dominante que puede ser.

El tiempo había pasado desde aquella jornada de 2015, cuando los Cardenales lo seleccionaron en la ronda 39 del Draft de ese año y para ese entonces su fama le precedía, luego de que en el béisbol colegial registrará una campaña de 7-0 con escueta efectividad de 0,67.

El debut

Debió esperar cinco años, hasta el 28 de julio de 2020 para ser exacto, justo cuando pisó por primera vez un diamante de Grandes Ligas, enfrentando a los Medias Blancas de Chicago.

Trabajó en 12 juegos, sumando 21 entradas con 16 ponches y una efectividad de 5,57, dejando entrever a sus 23 años que estaba listo para empeños de envergadura.

No obstante, a pesar de volver al primer equipo en 2021 y también en 2022, pasó la mayoría del tiempo en Ligas Menores, registrando incluso una loable actuación en la pasada contienda, hablamos de un récord de 4-0, con una efectividad de 2,23 en 48,1 tramos.

Un presente que ilusiona 

De esta manera llegó a este 2023, lanzó ese juegazo del que comentamos contra los Yankees y en jornadas recientes eclipsó a la batería de los Marlins, cuando no permitió libertades en cinco capítulos.

En esta primavera, Woodford ha lanzado en 5 partidos, dejando marca de 1-0, con 18 ponches en 17,2 innings, además de sostener una efectividad de 2,04.

Todo indica que su momento ha llegado y al instante de escribir este texto, es casi un hecho que Jake Woodford será uno de los cinco abridores en la lista de los Cards rumbo al Juego Inaugural, con más veras tras la lesión del estelar Adam Wainwright.

Sin dudas es su gran oportunidad y en perspectiva se muestra como la pieza que pueden necesitar los pájaros rojos para solventar una temporada en extremo difícil.

Esperemos a ver, por ahora el futuro se torna halagüeño para este talentoso serpentinero.