Ahora mismo no tiene la gracia de buena parte de los fanáticos, pues muchos creen que su potencia acabó cediendo en 2020, después de aquel jonrón que decidió el juego a favor de Tampa Bay.

Lo cierto es que Aroldis Chapman, El Misil, el oriundo de Holguín en el Oriente de Cuba, puede estar gastando sus últimas balas en Las Mayores.

No solo por la maldición que ha caído sobre el tras permitir los célebres cuadrangulares, en 2017 y en 2020, no, también Chapman ha dejado de mostrar ese dominio férreo, esa agresividad única que intimidaba a todos desde que apareció en el Big Show por primera vez con los Rojos de Cincinatti.

Y es un hecho que las interrogantes sobre el nivel de Chapman están pero también esta su historia y su mentalidad ganadora, pues en varios videos en sus redes se le puede ver entrenando y enfocado en la venidera campaña.

Huellas del pasado

Desde su aparición en el segundo Clásico Mundial en 2009, lanzando rectas de humo en el rango entre las 100 y 103 millas por hora, Chapman impresionó a todos y su de destino parecía marcado rumbo a las Grandes Ligas.

En aquel Clásico Mundial, el cubano fue utilizado como abridor , primero ante Australia y después frente a Japón; mostrando dos caras diferentes en cada una de sus presentaciones, más sólido ante los oceánicos, totalmente bateable ante los nipones.

Más allá del rendimiento, Chapman enseñó el potencial y par de años después ya pisaba los terrenos de Las Mayores con los Rojos de Cincinnatti, después de una gran odisea para buscar suelo estadounidense.

Con récord incluido y todo

Hasta la aparición de Jordán Hicks, el talentoso taponero de los Cardenales de San Luis; el récord de velocidad en las Grandes Ligas lo tenía Aroldis Chapman…105 millas por hora.

El caribeño afianzó su imponente condición desde el arranque y sus 38 juegos salvados en esa época dan fe de ello.

De igual Chapman mantuvo una impresionante consistencia en cuanto a cantidad de salvados y durante varias temporadas.

Entre 2012 y 2016, el criollo siempre rebasó los 30 salvados, de hecho, par de veces lo hizo con 38 y con 36, estableciendo como uno de los mejores cerradores de todo el béisbol.

Ya en 2016 llegó su momento cumbre con los Cachorros de Chicago, cuando fue pieza fundamental en la obtención del anillo de Serie Mundial y el fin de la llamada maldición de la cabra.

De vuelta al presente

A pesar de las críticas, Aroldis Chapman tuvo un buen año en 2021, no solo por haber llegado a los 300 salvados, también por sus números generales.

El estelar lanzador no solo salvó 30 juegos sino que ganó 6 partidos, además de sostener un aceptable promedio de limpias.

Hablamos de un hombre consagrado al entrenamiento y de mantenerse sano podría rendir otra buena campaña con los Mulos.

Para muchos aquí está la disyuntiva, para callar bocas como le gusta decir, o se acerca a los 40 salvados o se prepara para salir del Bronx y a encaminarse a la recta final de su carrera.

El golpe de autoridad es necesario, puede ser su última frontera y cruzarla tendríamos a Chapman para rato, quizás cuatro o cinco años más en Las Mayores, nadie quita que con el uniforme a rayas de los Mulos.