Por muy dramático que suene si es así y no es que parece, no, la historia de Carlos Carrasco es una de esas historias de película y entonces bien pudiera ser, el hombre que regreso de la muerte.
Todo cobra sentido unos tres años atrás, cuando en junio de 2019, el venezolano fue diagnosticado con leucemia.
Y el guión, el viaje, la vida misma debió acabar ahí o al menos tener una coma, una pausa necesaria para repensar las cosas…Carlos Carrasco no se detuvo.
La épica
Hace unas horas, en su tercera salida de la temporada, el ya experimentado lanzador, vistiendo la franela de los Mets de Nueva York, tiró un juegazo, luciendo inmenso, pleno, como en sus mejores años, como si no fueran 34 sino 25.
Carrasco se robó el show en el regreso a la banca de Buck Showalter y por espacio de casi ocho entradas fue el dueño de la tarde en Citi Field.
Siete ponches en siete y dos tercios y cuando salió en el octavo capítulos, las más de 28 mil personas presentes allí, solo podían pararse y aplaudir, en ovación cerrada…Carrasco emocionado, pudo atinar a levantar su gorra y el instante fue hermoso.
Dominio total
Todo cobraba sentido en ese momento pues el caribeño había retirado a 18 bateadores por su orden desde que en el segundo ining, Thairo Estrada le diera hit para impulsar carrera.
Y Francisco Lindor también se lució con el madero, con tres imparables en cinco turnos incluido un cuadrangular pero igual, también se tuvo que rendir a los pies de Carlos Carrasco.
La predicción
Lo de este jueves, ya se podía predecir, pues en sus dos primeras salidas, ante los Nacionales de Washington y los Diamonbacks de Arizona, el criollo lanzó bien, en ambos casos caminó cinco entradas y estuvo sólido…lo de hoy era de esperar.
Con este éxito, los Mets le ganaron 3-1 la serie a los Gigantes de San Francisco y con diez triunfos son primeros en la siempre competitiva división este de la Liga Nacional.