El “perreo” es un estilo de baile que se emplea en el reggaetón. Se trata de un movimiento de caderas y muslos hasta abajo. Pero este perreo, no es el tema de Anuel AA con Ozuna en el álbum de Los Dioses, este perreo es el que se lleva a cabo en la acción deportiva y para ser más exactos, en las Grandes Ligas.

“Perrear’ significa menospreciar a alguien, sin embargo este tipo de perreo es distinto, es un show, un espectáculo o como lo quieran llamar, es gozarse una jugada o festejar eufóricamente o de manera silenciosa una acción positiva.

En el juego 1 de la Serie de Campeonato entre los Astros de Houston y los Medias Rojas de Boston, el campocorto boricua Carlos Correa conectó su primer jonrón de los playoffs 2021. Fue un batazo que el boricua se disfrutó con un tremendo perreo, asegurando que había llegado su hora al hacer un gesto tocando su muñeca izquierda como si tuviese un reloj. Inmediatamente esta ocurrencia y el inmenso batazo desató la locura en el Minute Maid Park de Houston.

Pero todo perreo tiene su respuesta, eso va a depender de la persona a quien se lo hagan, y también dependiendo del gesto.

La respuesta llegó en el tercer juego de la serie a cargo del lanzador venezolano Eduardo Rodríguez. Luego de dominar a Carlos Correa de los Astros, el zurdo lo perreó pidiéndole la hora, como lo había hecho en el primer encuentro.
“Esto es parte del juego, la atmósfera, el momento y todo… lo hice, pero ojalá no hubiese sido así. A veces son cosas que pasan por tu mente y tú solo lo haces de ese modo, pero ahora me siento mal por haberlo hecho”, fueron las palabras de Eduardo Rodríguez luego del juego.

Mientras  Carlos Correa lo tomó como algo del juego. “Rodríguez hizo mi celebración. Pensé que era genial. Hablamos de hacer que el béisbol sea divertido. Me encantó, personalmente. Creo que el juego debería moverse en esa dirección donde puedas mostrar tus emociones y ser tú mismo”.

Esto nos muestra dos caras de la moneda a la hora de perrear. Una donde luego que lo haces, tu mánager exige respeto porque no quiere caer en ese terreno, y otro que lo hace porque disfruta y sabe que son cosas del juego. Carlos Correa es un jugador de esta generación. Se respeta el juego, no obstante también hay que divertirse adaptándose a los tiempos.

Las ovejas negras

Manny Machado, Fernando Tatis Jr. y hasta Ronald Acuña Jr. son odiados por muchos fanáticos en la MLB.

Sus egocéntricas celebraciones a la hora de conectar un cuadrangular, los colocan como los mejores “perreadores” de las Grandes Ligas, y hasta los rivales, en el caso de los lanzadores, les han dejado sus regalitos para que no olviden el contacto entre la pelota y la piel.

 

El palabreo

Luego que mostró su liderazgo y la intensidad que lo amerita, el ministro, Manny Machado sumó unos cuantos miles fanáticos en su contra en la pasada serie divisional frente a Los Ángeles Dodgers. El segundo base de los Padres de San Diego, se le conoce por hablar mucho a la hora de conectar un batazo.

Desde su llegada a los Padres el junte con Fernando Tatis Jr. ha sido descomunal tanto en ofensiva como en defensiva, pero la sangre caribeña los ha dejado llevar y el nivel de perreo de estos dos es descomunal.

El rey del Bat Flip

En cuanto a Fernando Tatis Jr. por el simple hecho de su característica celebración al conectar un cuadrangular, ya es odiado. Tatis Jr. tiene la celebración que causa más amargura y bronca entre los fanáticos del béisbol. No solo eso, el estilo y la contundencia con la que la realiza genera ese cruce negativo frente a los fanáticos de distintos equipos en la MLB.

Sin embargo, eso no quita que Tatis Jr. sea uno de los mejores peloteros en la actualidad de las Grandes Ligas, es más, ese perreo cuando arroja el bate con un giro a un lado, lo hace espectacular, un estilo único que le da más vistosidad al juego.

La LIDOM no se queda atrás 

Los dominicanos son los reyes del perreo y lo hemos visto en las grandes ligas, pero en la liga invernal esto no pasa desapercibido. En estas semanas de la temporada el hombre de las “Cinco Letras” Cesar Valdez a desmotrado que es un experto y lo hace cada vez que gana un partido o tiene una gran actuación en el montículo.

Acto seguido también hemos observado al relevista Luis Castillo de las Águilas Cibaeñas cuando se perreó con todo a los Tigres del Licey luego de sacarles un cero extraordinario.

Castillo quien se ha destacado como uno de los mejores relevistas de la LIDOM en las dos últimas temporadas, suele hacer sus perreos sin importar cuál equipo tenga en frente, es su estilo de juego.

Esta vez le tocó a los Tigres del Licey, este consiguió ponchar a Carlos Franco con las bases llenas para terminar la octava entrada y dejar sin anotaciones al rival, golpeando su pecho varias veces y quedándose parado en la lomita, mirando hacia su dugout y haciendo el famoso perreo de baloncesto “Son mis hijos”.

En la actualidad los latinos se han encargado de llevar el béisbol más allá del deporte, su talento, explosión y jocosidad, lo han convertido es un espectáculo y show para no pararse del sofá durante un buen tiempo de este juego.