Si le preguntan a cualquier dominicano dónde estaba el 19 de marzo del 2013, es probable que recuerde con lujo de detalles qué estaba haciendo durante el partido entre República Dominicana y Puerto Rico para definir al campeón del Clásico Mundial de ese año.

Luego de haber fallado en las dos ediciones anteriores del torneo creado en forma de “protesta” luego de que el beisbol sea excluido del programa olímpico, este torneo era de cuestión de un patriotismo pocas veces visto antes.

Pero no porque el beisbol sea motivo de realzar el nacionalismo por el país, que sí lo es, sino porque casualmente ese 19 de marzo es una fecha patria en el país criollo en conmemoración a la Batalla de Azua, ocurrida un 19 de marzo de 1844 en la lucha independentista contra Haití.

Por eso, se trató del juego de béisbol más importante de la historia de la República Dominicana, ya que paralizó a todo el país, desde tempranas horas del día. Ni siquiera las Series Mundiales de Albert Pujols generaron tanta expectativa. No, porque ese 19 de marzo de 2013, Dominicana podía consagrarse como el mejor equipo de beisbol del mundo.

Final del Clásico Mundial, el mismo día de una fecha tan importante para el país, ¿qué más podía agregarse a un juego tan importante? El rival. Nada más y nada menos que Puerto Rico, uno de los países con mayor rivalidad con el país criollo. La suerte estaba echada. Todo estaba preparado para que salga de la mejor forma.

El plantel festejando el histórico triunfo

Dominicana llegaba de forma invicta al partido definitorio en el AT&T Park, con siete victorias ante Venezuela, Puerto Rico y España (las tres por el Grupo C de la primera ronda), luego triunfos ante Italia, Estados Unidos y, nuevamente, Puerto Rico por los playoff, y la victoria ante Países Bajos por las semifinales. Para los boricuas, era pensar en que la tercera era la vencida. Dominicana quería el pleno.

Y fue pleno. Porque su pitcheo apenas permitió seis carreras y limitó a la oposición a un promedio de .168 en los últimos cinco juegos. El bullpen, liderado por el derecho Fernando Rodney (7 salvamentos en 8 apariciones y efectividad de 0.00) no permitió carreras en las últimas 25.2 entradas.

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La ofensiva fue liderada por el intermedista Robinson Canó, quien fue electo el Jugador Más Valioso del campeonato, tras batear .469 (32-15) con cuatro dobles, dos jonrones, seis impulsadas y cinco anotadas en el que terminó siendo triunfo de Dominicana por 3-0. Canó también fue el Más Valioso de las primeras dos rondas para acumular tres estatuillas por su desempeño.

Así, la victoria en el Clásico Mundial de Béisbol del 2013 fue uno de los momentos de mayor orgullo a nivel deportivo de la República Dominicana, sino es el más. Sin duda alguna, el torneo se convirtió en el más esperado por los dominicanos, inclusive más que el de béisbol invernal, por lo que fue un duro golpe anímico su cancelación para el 2021 debido al COVID-19. Pero no hay dudas de que otra vez habrá oportunidad para dejar a la bandera criolla en lo más alto