Había esperado casi 10 años para ese momento, diez años desde que llegó a Grandes Ligas con los Yankees de Nueva York, con la etiqueta de ser el hombre que podía sustituir a Derek Jeter y tuvo sus momentos, como en 2011, cuando debió suplir a “El Capitán”, luego que Jeter tuviera que salir de juego por una lesión, pero solo fueron unas semanas, la gloria fue bien efímera, pues su destino parecía o estaba marcado por la mala suerte.

Y así, de vivir a la sombra de Derek Jeter, esperando quizás un milagro, hasta llegar a un béisbol desconocido como el de China, la historia del dominicano Eduardo Nuñez, es otra de esas que andan por ahí esperando el mejor momento para ser contadas y ese momento pudo haber sido el de aquel día, a finales de octubre de 2018, durante el juego 1 de la Serie Mundial, cuando el quisqueyano salió de emergente por los Medias Rojas de Boston y pudo conectarle un largo jonrón al lanzador Alex Wood para amarrar el resultado final.

La historia

Pudo haber sido ese día, casi diez años después de su debut con los Mulos de Manhattan, pero hoy, horas después de que el criollo diera a conocer que se retiraba del béisbol a los 35 años, miramos más allá para ver en perspectiva su paso por la Gran Carpa.

“… Hoy, con emociones encontradas anuncio oficialmente mi retiro del béisbol profesional”- escribió Nuñez en redes sociales para dar a conocer su decisión y desde entonces, como flashazos emergen los recuerdos…

Fueron 11 años en Las Mayores, 11 años vistiendo la franela de equipos como Yankees, Mellizos, Gigantes de San Francisco, Medias Rojas de Boston y Mets de Nueva York, once años para con aquel jonrón ante Dodgers, ser considerado un héroe en Fenway Park, marcando con ese batazo, el más importante de su carrera, su huella como jugador profesional.

Del Bronx a Boston

Y Eduardo Nuñez debió haber triunfado en Nueva York, allí en el Bronx, pero tal vez sus mejores años los vivió en Boston, pues además del anillo de Serie Mundial, en 225 juegos bateó para 268 de average con 20 jonrones y 91 carreras impulsadas.

Después de un largo periplo, viajando del este al oeste, de la Liga Americana a la Liga Nacional y a ratos Nuñez daba la idea de ser una especie de alter ego, de el Cándido de Voltaire, después de este largo viaje, Eduardo Nuñez regresó a Nueva York para con los Mets gastar sus últimos cartuchos en el Big Show.

Al momento de su partida hacia China para jugar con los Guardianes de Fubon, Eduardo Nuñez dejaba una línea de 276 de average, con 58 jonrones y 309 carreras impulsadas.