Edwin Encarnación es un nombre común para los amantes del béisbol. La historia de los años recientes lo señala como uno de los principales animadores dominicanos de las Grandes Ligas desde el puesto de bateador designado y sus más de 400 jonrones en el mejor béisbol del mundo así lo confirman.

Sin embargo, con esta temporada 2022 serán 2 las que cumplirá sin jugar en MLB y a eso se suma el hecho de que tampoco jugó pelota invernal durante el periodo 2021-2022, lo que parece ser un retiro silente que pronto podría salir a la luz pública.

Aun así, el propio jugador se niega a hacer esta declaración formal. Por otra parte, vale la pena recordar que hace ya más de un año atacó al máximo organismo del béisbol mundial diciendo que la decisión de que no hubiera bateador designado universal en la temporada pasada le quitó la oportunidad de volver a Las Mayores.

Pero eso cambió, hoy sí lo hay y de igual, él sigue sin equipo. Durante los últimos tiempos se supo que no quiso vestir el uniforme de las Águilas Cibaeñas en LIDOM y rechazó una jugosa oferta de la LMB para jugar pelota veraniega en México con los Acereros de Monclova, por lo que a estas alturas cabe la siguiente pregunta: ¿Qué piensa hacer el slugger nacido en La Romana a partir de ahora? ¿Le quedará una bala en la recámara o ya no habrá más disparos para él? Analicemos su situación.

Dejó pasar el tren

Aunque tuvo zafras de ensueño como la de 2016 con los Azulejos de Toronto donde fue líder de la Liga Americana en carreras impulsadas con 127, hay que reconocer que en 2020 las cosas fueron muy mal para él.

Solo logró disputar 44 encuentros con los Medias Blancas de Chicago, poniendo un muy triste promedio ofensivo de .157. Solo bateó 10 cuadrangulares, empujó 19 rayitas y registró la tasa de ponches más alta de su carrera con un estrepitoso 29.8%.

La opción más lógica era jugar en alguna liga invernal para sacudirse la sal y buscar un nuevo contrato en el Big Show, pero no fue lo que hizo. Caso contrario al de por ejemplo, Robinson Canó, quien al saber que no podría jugar en la Gran Carpa durante el 2021 por haber dado positivo a sustancias prohibidas, decidió uniformarse con las Estrellas Orientales y ver acción en la LIDOM, donde más tarde tendría la oportunidad de acudir como refuerzo a la Serie del Caribe con las Águilas Cibaeñas y ganarla. El camarero lo volvió a hacer al siguiente año, mismo en el que Encarnación se quedó en su casa una vez más.

Se supo Edwin que estaba entrenando por su cuenta según fuentes extraoficiales, pero seamos honestos, nada es comparable a tener experiencias reales y competitivas dentro del diamante. Un gran pecado que a día de hoy sigue pagando.

No se puede comparar

Quizás Doble E pensó que si alguien como Nelson Cruz (que ya venció la barrera de los 40 años, vive del jonrón y también es bateador designado) sigue consiguiendo contratos sin jugar en invierno, lo mismo le ocurriría a él. Pero la gran diferencia entre ambos es que la producción de Boomstick jamás decayó.

Entre 2019 y 2021 el hoy pelotero de los Nacionales de Washington estampó promedio de bateo de .289, con 89 bambinazos y 227 carreras fletadas, estadísticas que distan mucho de las de La Cotorra en el mismo lapso de tiempo.

Las últimas palabras de Edwin Encarnación sobre un posible retiro fueron las siguientes: “Todavía no he tomado la decisión de mi retiro, es algo que hay que pensarlo y más cuando tienes 16 años jugando en Grandes Ligas”. Pero los días corren y cada vez parece más lejana la posibilidad de que vuelva a uniformarse en MLB.