Pero… ¿y es miedo le tienen a la greña? ¿Cómo así?  Por un lado estaba deGrom, dos veces ganador del premio Cy Young. Por el otro estaba Scherzer, el ganador de tres. Una situación caoticamente divertida… Un caos para los Cards, divertida para el resto de los mortales.

Mientras Jacob deGrom lograba el último de sus nueve outs asignados el domingo, Max Scherzer calentaba detrás de la cerca del jardín izquierdo en Clover Park, que nos dio la oportunidad de echar un vistazo a ambos.

Si el Spring Training está destinado a preparar a los jugadores para la temporada regular, entonces el domingo proporcionó el modelo más realista. Un ambiente festivo iluminó Clover Park, en gran parte debido al raro evento del día: deGrom y Scherzer , dos de los mejores lanzadores de su generación, asignados para frenar a el mismo equipo, en el mismo juego, el mismo día.

Los aficionados clamaban a su favaorito… a deGrom, a Scherzer o, en muchos casos, a ambos.

Este tipo de cosas, un par de ganadores del Cy Young en varias ocasiones que aparecen juntos, nunca ha sucedido en la temporada regular. Y lo disfrutamos en un juego que aunque sin ningún valor para la temporada que se avecina a iniciar, dejaba sentir el derecho a fanfarronear y presumir a los seguidores del club de la Gran Manzana.

Y desde luego, las cosas no resultaron bien para los Cardenales, que deben estar agradecidos con el de arriba de que el juego culminara, una pesadilla infernal con tremendo dos lanzallamas en contra. Como la arepa, candela en la parte alta del juego, candela en la parte baja.

“Eso fue divertido, ¿eh?” dijo el manager Buck Showalter después de que la pareja se combinó para ponchar a 12 bateadores en nueve entradas, en una victoria  7-3 sobre los Cardenales.

Por supuesto, los Mets no firmaron a Scherzer con un contrato de tres años este invierno, garantizándole a él y a deGrom más de un cuarto de mil millones de dólares combinados, para atraer multitudes en marzo. Lo hicieron porque entendieron que agregar a Scherzer es su atajo más accesible a la fiesta de octubre. Los Mets no están tan interesados ​​en los tres Cy Young anteriores de Scherzer, sino en que escriba nuevos capítulos de gloria en Nueva York y perseguir la dulce miel de una Serie Mundial, cosa que Mad Max, puede ayudar a alcanzar en las próximas tres temporadas.