Pocos lo hubieran hecho; hombres en primera y tercera, sin outs, Dodgers Stadium, ambiente de playoffs, el estadio como un manicomio y él, allí, a sus 31 años, en su temporada de novato, como si hubiera estado siempre encima del box.

Los Padres de San Diego estaban obligados a ganar, habían perdido el primer duelo de la Serie Divisional ante los Dodgers de los Ángeles 5-3 y entonces Bob Melvin, el legendario Bob Melvin acudió a Robert Suárez.

En un suspiro resolvió la situación

Con total sobriedad, mostrando una calma asombrosa, ponchó a Justin Turner con una recta de 101 milla por hora, así, como si de suspirar se tratara y segundos después, frente a Gavin Lux acudió a su conocido cambio de velocidad para obligar al roletazo y forzar el doble play.

Melvin lo sabía, desde su regreso, tras la cirugía de rodillas, después de un comienzo para el olvido, Suárez se encontraba en estado de gracia, pues no permitía carreras desde el 29 de agosto último, tal como lo cuenta el San Diego Tribune.

Antes

Siete años antes, en Caracas, Suárez no pensaba en jugar béisbol de manera seria, lo hacía solo los fines de semana en Ligas Independientes, como un pasatiempo, mientras trabajaba como guardia de seguridad en un supermercado, alternando con el trabajo en la construcción.

El propio Suárez le contó al San Diego Tribune que motivado por un amigo decidió probar suerte en México, con los Saraperos de Saltillo y hacia allá fue, con solo 24 años.

El comienzo

“… Ahí fue donde realmente comencé a perfeccionar mi oficio…”- señaló Suarez, quien llegó a ponchar a 48 bateadores en 47,1 entradas de labor, un registro que aunado a su efectividad de 1,71 le abrió las puertas de la Liga Profesional de Japón, cuando el Fukuoka Softbank Hawks le ofreció un contrato.

Suárez pasó seis años en suelo asiático, en constantes altibajos, uno mal, el otro regular, después un poco mejor y así, pensando incluso en dejar todo y regresar a Venezuela, pero sus 42 salvamentos en 2021, vistiendo la franela de los Tigres de Hanshin acaparó la atención de los Padres de San Diego y los californianos no dudaron en ofrecerle un contrato por dos temporadas y 11 millones de dólares.

El debut en Grandes Ligas

Debutó en MLB a comienzos de julio y fue un desastre, no pudo sacar outs, bases por bolas, pelotazo, wild-pitch y las cosas pintaron mal, pero tras someterse a una cirugía en sus rodillas, volvió al juego y su rompió el guion que parecían estar escrito.

En líneas generales, Robert Suarez trabajó en 45 juegos, dejando un récord de 5-1, con una efectividad de 2,27 y 61 ponches en 47,2 entradas de labor, además de un whip de 1,05.

Ya en postemporada, el criollo ha sido imposible, tanto frente a los Mets, como frente a los Dodgers, erigiéndose como una pieza vital en el poderoso bullpen de los Padres de San Diego y este sábado en el Petco Park, durante el cuarto juego de la Serie Divisional, Robert Suárez pudiera tocar el cielo de California, quizás pensando en aquellos años en el supermercado, tal vez creyendo en que nunca desistió en el empeño de alcanzar su meta en el béisbol y de llegar a lo más alto.