Hace dos días volvió a ganar; no ganaba desde abril, había lanzado bien, lo sigue haciendo; las lesiones lo han vuelto a golpear esta campaña, pero igual Andrew Heaney se las ha arreglado para mostrar su mejor versión en años.

Quizás desde 2019 no lucía como ahora, como un lanzador diferente, otro renacido que después de una larga peregrinación, recaló en los Dodgers de los Ángeles y el momento ha sido único en su carrera.

Heaney lanzó 6 entradas con 4 hits frente a los Cerveceros de Milwaukee; permitiendo además solo dos carreras y ponchando a diez rivales para despejar dudas respecto a su condición física, luego de su segunda estadía en la lista de lesionados.

Mismas caras: diferente proyección

Se trata de un lanzador completamente nuevo y sí, si detenemos el tiempo y después vamos atrás al verano de 2021, cuando Heaney llegó a los Yankees de Nueva York en medio de un aluvión de críticas y sintiendo la presión desde el primer día; si establecemos los consecuentes paralelismos, veremos que, de un pitcher mediocre, colmado de nervios y carente de perspectiva, hoy en Dodger Stadium hay otro jugador, sobrio, calmado, enfocado en hacer su trabajo.

Ocho años después de su debut en Las Mayores y tras fracasar en Angelinos de Anaheim y en los Yankees de Nueva York, Andrew Heaney, a sus 31 años lo está haciendo diferente, tal como lo muestran sus números en este minuto; récord de 2-1, una efectividad de 1,94, con 62 ponches en 41,2 entradas de labor, además de un whip de 1,01.

La nueva vida

Cuando todos miran a Joey Gallo y su renacer ofensivo con el elenco californiano, la huella de Andrew Heaney emerge para mostrarnos también una historia similar que muy pocos o casi nadie esperaba en este 2022.

Heaney lanzó en 12 partidos con el uniforme a rayas, sosteniendo una efectividad de 7,32, con 37 ponches en 35 entradas y 10 bases bolas; una actuación propicia para que fuera liberado justo antes del juego del Wild Card de la temporada anterior.

Con un perfil tan bajo, era poco probable que alguien apostara por Heaney, pero los Dodgers lo hicieron y hasta pagaron un precio alto por sus servicios, 8,5 millones de dólares por una temporada y el trato ha valido la pena con creces.