Los Bravos de Atlanta regresan a una Serie Mundial por primera vez desde 1999, cuando fueron barridos en cuatro encuentros por los Yanquis de Nueva York. Desde aquel entonces han transcurrido 22 años; en esta oportunidad les tocará enfrentar a unos Astros de Houston que acuden a su tercer clásico de otoño en los últimos cinco años.

Houston alcanzó la gloria en 2017, cuando consiguieron el primer título de Serie Mundial en su historia. Dos años después, los siderales fueron derrotados por los Nacionales de Washington en siete juegos.

Ambos aspirantes anunciaron a su respectivo abridor; Brian Snitker actuó con astucia al designar para el primer encuentro a uno que conoce al rival desde adentro. Charlie Morton, miembro de aquellos Astros campeones de 2019, será el encargado de iniciar las acciones el martes en el Minute Maid Park de Hoston.

Morton acumula una derrota sin victorias en el acumulativo de estos Playoffs, su efectividad es de 3.77, producto de seis carreras limpias permitidas en 14.1 entradas. Sin embargo, en la Serie Mundial de 2017, Morton tuvo dos apariciones, una como abridor y otra saliendo desde el bullpen; el derecho lanzó primores, con una victoria, dos carreras limpias en 10.1 innings trabajados y efectividad de 1.74. Aquella vez pasó a once rivales por el filo de sus strikes.

 Framber Valdez es la carta que decidió jugar el experimentado Dusty Baker. El dominicano debutó en Grandes Ligas en 2018, por lo que no estuvo cuando el conjunto texano alcanzó la gloria; tampoco formó parte del roster de Postemporada de 2019.

En general, los números del quisqueyano en Playoffs son bastante positivos. En 2020 tuvo cuatro apariciones y abrió tres compromisos, acumuló foja de 3-1, con efectividad de 1.88 y ponchó a 26 contrincantes.

Esta campaña, en Postemporada, recibió castigo por parte de los Medias Blancas de Chicago, en la Serie Divisional; y de los Medias Rojas de Boston, la primera vez que los enfrentó en la Serie por el Campeonato del Joven Circuito. No obstante, el zurdo de 27 años maniató a su antojo a la toletería patirroja en el quinto juego de la SCLA.

Valdez viene de lanzar ocho entradas completas, en las que solo le batearon de hit en tres oportunidades, toleró una sola carrera (producto de un jonrón), regaló un pasaporte y abanicó a cinco cañoneros de Boston.

La mesa está servida, el clásico de otoño está apunto de materializarse, y de 30 ya solo quedan dos que deberán pelear hasta el final por el derecho de ser campeón.