Albert Pujols lo ha hecho todo en el beisbol. Hasta conectar un Grand Slam con 42 años de edad y decidir juegos de pelota a su edad. Es una especie en extinción, un animal de galaxias o, para tomar la frase de Víctor Hugo Morales, un barrilete cósmico. ¿Qué no ha hecho Pujols en su carrera?

Quizá usted considere que emitir esta opinión rompe los cánones del periodismo, pero en realidad no es una opinión,  es una interpretación de las declaraciones de Paul Goldschmidt sobre su compañero de equipo.

¿Qué dijo el slugger de los Cardenales de San Luis sobre el dominicano? Cuando le preguntaron si él se veía jugando tanto tiempo como Pujols él fue tajante en su respuesta.

“No, lo que él (Albert) hace es súper humano”, explicó el pelotero a la prensa de la ciudad de San Luis cuando le preguntaron al respecto. “Albert Pujols no sólo es excepcional por lo que hace, tampoco creo que sea solamente un inmortal de primera boleta. Creo que él debería entrar de manera unánime al Salón de la Fama”. 

¡Vaya, vaya! El tema otra vez sobre el tapete.

Y es que la grandeza de Pujols traspasa, para algunos, los límites de la lógica -bueno, si es que alguna vez llegamos a entender esta maravilla llamada beisbol-.  Sí, un pelotero de más de 40 años que suma .250 de promedio, 11 jonrones y 35 remolcadas en sus primeros 190 turnos al bate es algo que no todo el mundo es capaz de lograr.

Pero además, comenzó la semana sacándola en tres de sus cuatro últimos juegos. Esto incluye el juego de dos jonrones del pasado 14 de agosto, cuando despedazó a los lanzadores de los Cerveceros de Milwaukee.

Chesterton dijo una vez: La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta.

Pujols es un Salón de la Fama de primer año, sin lugar a dudas. Y finalizará su carrera jugando con el equipo que lo vio nacer y donde cimentó su leyenda. ¿Se imagina usted a Albert yendo a la Serie Mundial y ganando otro anilo más? El libro de su carrera tendrá como quiera un final feliz.

Ahora, decir que es unánime o no le corresponderá a los votantes, pero, parafraseando al gran escritor inglés, habrá que ser un mediocre para pasar por alto la grandeza de Albert Pujols.