El ahora inmortal del Salón de la Fama de Cooperstown, David Ortiz, es noticia una vez más gracias a una anécdota suya de sus tiempos de jugador en los Mellizos de Minnesota. A pesar de que se le recuerda poco por su paso por la ciudad de Mineápolis, decidió contar algo que le marcó mientras estuvo allí.

Aunque con los Medias Rojas de Boston tuvo una carrera muy destacada y se convirtió en uno de los mejores bateadores designados de su época y de todos los tiempos, en el momento en que estuvo con los Twins no destacó demasiado.

Habrían dañado su swing

En una conversación con Alex Rodríguez, para el canal de YouTube de este, el Big Papi contó cómo su swing fue dañado por los coaches de bateo que le sirvieron de adiestradores en Minnesota.

“Me colocaban una T delante del plato y me obligaban a batear la bola por encima del campocorto. Ellos decían que mi swing era demasiado agresivo”. Manifestó el dominicano.

Según el otrora número 34 de los Medias Rojas, en los Twins jamás le dejaron sacar todo su potencial como bateador, ya que cada vez que quería batear como él se sentía cómodo, le regañaban.

También contó que ni siquiera después de haber bateado 30 jonrones en las menores eso dejó de ser así, y que siempre tuvo que cargar con unas correcciones que a su juicio, no le sentaban nada bien a su rendimiento.

En Boston lo dejaron ser

Sin embargo, a su llegada a los Patirrojos las cosas cambiaron. En el equipo de Massachusetts le permitieron batear con comodidad, lo que se tradujo en el monstruo que luego todos observamos por años y que ganó 3 Series Mundiales con los Red Sox, además de múltiples premios individuales y una posterior inducción al templo de los inmortales.

Para hacernos una idea del cambio que representó para Ortiz cambiar de escuadra, solo debemos mirar los números. En Minnesota conectó 58 jonrones en 6 temporadas y tuvo promedio ofensivo de .266, mientras que en 14 años con los Medias Rojas, pegó 483 bambinazos y promedió .290 puntos con el madero.