Actualmente el relevista dominicano de los Astros de Houston, Cristian Javier, se encuentra viviendo su tercera temporada en las Grandes Ligas. Hasta el momento ha cumplido con creces y ha dejado buenas sensaciones para hilvanar lo que a todas luces parece ser una carrrera estable de varios años en el mejor béisbol del mundo.

Sus números así lo dictaminan y es lo que puede pensarse de alguien como él a estas alturas. En 51 apariciones en MLB registra un promedio de pitcheo de 3.35, con 196 ponches en 164 entradas de labor. Además, tiene récord positivo de 9 victorias y 3 derrotas, y también 2 juegos salvados.

Sin embargo, ya no será más un pitcher sustituto, o al menos no por ahora. Así lo informó a Chandler Rome del Houston Chronicle el mánager de la tropa sideral, Dusty Baker.

Movido a la rotación

Debido a la gran carga competitiva que afrontarán a partir de hoy los texanos, el timonel de la organización decidió que lo mejor era conformar una rotación con 6 hombres. Serán 33 encuentros en 34 días los que tendrán que disputar y ante la ausencia de Lance McCullers Jr. obliga a que tenga que ser Cristian Javier el nuevo integrante del cuerpo de iniciadores.

Será el sexto hombre detrás de Justin Verlander, Framber Valdez, Luis García, José Urquidy y Jake Odorizzi, precisamente en ese orden. No obstante, es probable que se quede en este grupo si lo hace bien, ya que Odorizzi y Urquidy han quedado a deber y según fuentes extraoficiales el club no está satisfecho con sus actuaciones hasta el momento.

Jake tiene registro negativo de 0 triunfos y 2 reveses con efectividad de 9.00, mientras que José estampa un récord de 1-1 con 5.52 en promedio de carreras limpias permitidas por cada 9 capítulos de trabajo.

Argumentos que lo respaldan

De acuerdo con métricas avanzadas, el rol de abridor le va bien al oriundo de Santo Domingo. Su efectividad en dicho papel es de 3.42, su tasa de ponches de 26.7% y su tasa de boletos de 9.8%. Cuando se enfrenta a una alineación por tercera vez en el mismo día, la línea ofensiva histórica de sus oponentes contra él es de apenas .151/.270/.377.

Todo esto lo convierte en alguien de fiar para una escuadra a la que le urgía un sexto abridor y gracias a la providencia podrá contar con el quisqueyano.