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Cumplirá 23 años en abril y tal vez para ese entonces, dentro de cuatros meses, estaremos hablando de su inminente ascenso a triple A, de su swing casi perfecto y puede que hasta de un hipotético llamado a Grandes Ligas allá por septiembre, como sea hablaremos y eso es un hecho que su condición impone.

Puede ser eso y más, pues de Trey Sweeney hay que hablar, da la impresión de no tener límites; fue elegido por los Yankees de Nueva York en la primera ronda del Draft de 2021 y en septiembre último , al ser subido a los Somerset- Patriots, la filial doble de los Mulos para jugar la final de campeonato, en ese entonces muchos se preguntaron acerca del sentido de aquel movimiento y Sweeney silenció a todos del modo más contundente, dos jonrones en 11 juegos para refrendar con creces su estatus de promesa en ciernes.

La guinda del pastel

Fue la guinda del pastel, el cierre ideal para su gran año, pues tal como refiere el New York Post, su hoja de corte de 240/349/413 refleja a las claras su potencial y en este punto es digno de enmarcar el hecho de que un jugador adaptado a disputar unos 60 juegos por temporada en la Universidad, supiera hacer los reajustes necesarios y de manera tan eficiente, logrando incluso conectar 16 jonrones y 56 carreras impulsadas en un total de 111 desafíos, vistiendo la franela de Hudson- Valley y Somerset – Patriots.

Cuentan YES Network y el portal Talkin Yanks que su fama la precedía desde su etapa universitaria, cuando en su último año ligó para 382/522/712 con 14 cuadrangulares en 48 juegos.

El impacto

Desde el primer momento Sweeney desechó las dudas, cualquier tipo de dudas y en 32 partidos con los Tampa Tarpons despachó 7 bambinazos, registrando además un OPS de 932.

Al verlo en vídeos en Youtube y Twitter, con sus 6 pies y esas 200 libras de peso, jugando con soltura en el campocorto, pegándole sólido a la bola, con ese sello propio de los estelares, al verlo así resulta imposible no asombrarse y si todos, con propiedad, si todos hablan de Anthony Volpe, Jasson Domínguez, Oswald Peraza, Austin Wells y Oswaldo Cabrera, de un modo callado, hasta medio sigiloso diría, Trey Sweeney va abriéndose paso hacia planos estelares dentro del complejo universo de los Yankees de Nueva York.