Parece que no acabara nunca, unos a favor, otros en contra, apoyando, siendo empáticos, también tajantes y reticentes a la hora de hablar al respecto, porque Fernando Tatis Jr es un tipo mediático, mediático por su talento, por sus manías, por su manera incluso de celebrar los jonrones y eso ahora mismo, le va costando caro.

Horas después de conocerse que la MLB suspendía por 80 partidos al jugador de los Padres de San Diego, debido al uso de sustancias prohibidas, en particular el clostebol muchas historias han emergido al respecto, si Tatis Jr sabia, si no conocía, que fueron muy duros con él y demás, pero lo cierto es que la medida está y por ahora parece no va a cambiar.

El bombazo

En este sentido y para ponerle la tapa al pomo, como decimos en el argot popular criollo, si algo faltaba era que surgieran nuevos elementos que atizaran la hoguera donde se encuentra Tatis Jr y sucedió, cuando el ex gerente de los Expos de Montreal, David Samson, a través de su podcast, “Nothing Personal” aseguró que Fernando Tatis padre usaba esteroides cuando vestía la franela del elenco canadiense.

Samson, quien también fungió como gerente de los Marlins de Miami, llevándolos a ganar la Serie Mundial en 2003; Samson afirmó que no tiene pruebas concretas al respecto, pero sabe que en aquellos tiempos usar esteroides era algo muy normal, además de que no había exámenes, pero se sabía que lo hacía: “… nosotros sabíamos…”- afirmó Samson.

La teoría

De igual modo y entrando ya en contexto, Samson comentó que casi seguro, como Tatis padre usaba esteroides, de seguro le transmitió ese hábito a su hijo, con los posibles trucos para burlar los controles y es el resultado que se ve hoy.

La noticia ha comenzado a sonar a ser tendencia en los principales medios informativos en materia de deportes y sin dudas incentiva lo complejo de la situación, pues el beneficio de la duda da para pensar que la afirmación de Samson sobre Tatis padre puede ser verdad, más allá de la ausencia de pruebas concretas y entonces la historia podría dar un giro definitivo y manchar la imagen de la familia Tatis para siempre.