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Por primera vez después de protagonizar una verdadera novela mientras fue agente libre, el boricua Carlos Correa decidió hablar sobre el tema: la relación fallida con los Gigantes de San Francisco, la maratónica negociación con los Mets de Nueva York y por supuesto, su retorno a los Mellizos de Minnesota por un plazo de tiempo y una cantidad de dinero que no era la que se había planteado obtener cuando decidió salirse de su anterior contrato para buscar otro club durante la temporada baja.

El expelotero de los Astros de Houston tuvo una charla con el reconocido comunicador de The Athletic, Ken Rosenthal, y manifestó todo lo que vivió en las últimas semanas. Como era de esperar, dio detalles sobre su salud, misma que truncó sus 2 primeros intentos de firmar con divisas de la Liga Nacional al presentar inconvenientes en sendas revisiones médicas con ambas franquicias. Las palabras del torpedero fueron las siguientes:

“Mi cuerpo se ha sentido muy bien. Hice un examen físico antes de ir a la agencia libre el año pasado, hice un examen físico antes de firmar con los Mellizos e hice un examen físico de salida con los Mellizos. No pensé que fuera a haber un problema. Estaba 100 por ciento seguro de que esto (los pactos con Giants y Mets) iba a pasar. En ese momento, todo se sintió lento. Todo se sentía como, ‘¿Es esto real? ¿Es esto un sueño? ¿Es esto una broma?’ Pero era real. A partir de entonces, tuvimos que lidiar con muchas cosas”.

Todo lo que narra Correa que sintió es entendible, ya que él se consideraba a sí mismo un jugador capaz de conseguir un acuerdo por más de 10 años y al menos 300 millones de dólares, algo que bien puede sustentar con sus números, pero no con la salud de su tobillo a largo plazo. Aun así, consiguió en la novena de los Twins un club lo rescatara, por lo que seguramente ahora está mucho más tranquilo.