Si pensaban que Juan Soto estaba pasando por un mal momento, probablemente acertaron; pero si creían que se prolongaría demasiado, estaban muy equivocados. Así son las cosas con la estrella de los Nacionales de Washington, quien aun en sus peores épocas, es capaz de seguir asombrando al planeta beisbolero con unas habilidades colosales para jugar al rey de los deportes.

En el encuentro de hoy entre sus Nats y los Rojos de Cincinnati fue la gran bujía ofensiva que catapultó a los capitalinos al triunfo de 10×8 en condición de visitantes, pero no solo eso, también tuvo una intervención clave a la defensiva que a la postre permitió a los dirigidos por Dave Martínez venir de atrás para llevarse el cotejo.

Volvió a quedar demostrado que aunque el récord de los Nationals sea ahora de 20 victorias y 35 derrotas y difícilmente puedan luchar por un lugar en la postemporada, en estos instantes tienen en la figura de La Fiera, uno de los mejores beisbolistas de todos.

2 tablazos de vuelta completa

En el enfrentamiento sabatino, Juan Soto se fue de 5-2 con par de vuelacercas, lo que le permitió llegar a 12 bambinazos. También alcanzó a impulsar 4 rayitas y a anotar 2 más, siendo de manera indiscutida el de mejor accionar por parte de su conjunto.

El primero de sus jonrones llegó en la parte alta del cuarto capítulo, cuando con su característico swing de golfista mandó la bola a lo más profundo del jardín central, a 423 pies de distancia. Los Nacionales se ponían a tiro, 2×1, descontando en el marcador.

Ya en el séptimo inning, con el duelo 7×3, sería de nuevo el oriundo de Santo Domingo quien volvería a acercar por la mínima al combinado patriota. Con hombres en las esquinas desapareció la esférica para colocar el 7×6 transitorio en el electrónico.

Atajada salvadora

Además de lo hecho con el madero, Soto tuvo una aparición salvífica con su guante en la pradera derecha. En el primer acto del juego, le robó un cuadrangular de 3 carreras a Joey Votto con un salto felino en la zona de seguridad.

De nuevo, el chico de 23 años volvió a brillar desde ambos lados de la pelota.