Fernando Tatis Jr. con tan solo tres temporadas jugadas en la MLB ha dejado claro su gran talento, estando posicionado desde ya como una de las principales estrellas del juego a sus tan solos 23 años.

Evidentemente que así como sus grandes atributos y habilidades en un jugador de su corta edad todavía quedan muchas cosas en el camino que fortalecer, como para el dominicano puede ser la defensa pero otros detalles que en lo común no vemos desde fuera.

Esto para Tatis Jr. son sus necesarias y requeridas mejoras desde ya en su noción desde la caja de bateo, principalmente trabajando en no ser tan predecible por la alta brecha en el dominio de los lanzadores rivales al lanzar contra este los llamados pitcheos rompientes.

Los pitcheos rompientes como bien es el caso del Slider, Curva, Knuckle y el Other han sido vistos por los lanzadores como los principales lanzamientos para dominar al jugador de los Padres de San Diego, dosis que ha venido incrementando con el pasar del tiempo.

En 2019 Fernando Tatis Jr. vio en un 33.2% de sus apariciones al plato pitcheos rompientes, reaccionando a estos con un promedio de bateo de .253, aunque una alarmante tasa de swings abanicados de 52.5% cuando vio pasar estos lanzamientos.

Para el 2020 la dosis de rompientes contra el campo-corto se redujo a un 27.2%, que bien bateo para promedio de .262, aunque su tasa de abanicados siguió el mismo paso de alarmismo detrás de un alto 42.1%.

Para el 2021 los lanzadores volvieron a ingrementar su dosis de rompientes contra este a un 33.2% de las veces como lo fue en 2019, aunque esta vez reaccionado con un promedio de bateo más bajo como fue .222 y la ya común alarmante tasa de abanicados alta en un 44.8% contra dichos pitcheos.

De hecho, tan solo 20 cuadrangulares ha conectado el dominicano de unos 81 al momentos en su carrera contra pitcheos rompientes, representante la baja frecuencia de solo el 4.05%.

Desde su llegada a las Grandes Ligas el dominicano ha tenido lo que se considera como una alta tasa de turnos terminando en ponches con un 27.6% y el tan solo 10.1% de turnos terminando en bases por bolas, que bien se ve impulsado por la enorme brecha con la que es dominado con pitcheos como los rompientes.