Si algo caracterizó a los Bravos de Atlanta campeones de la última Serie Mundial además de su bateo oportuno y su sólido pitcheo, fue el compañerismo que exhibieron sus jugadores. Sin lugar a dudas, ese fue uno de los pilares fundamentales del éxito de los actuales campeones de las Grandes Ligas.

En el último clásico de otoño vimos gestos de buena convivencia bastante marcados por parte de todos los hombres de la escuadra de Georgia, pero principalmente de los toleteros Marcell Ozuna y Ozzie Albies, quienes siempre estaban transmitiendo buena vibra al resto.

No obstante, esta imagen se vio empañada la noche del viernes 29 de abril en el enfrentamiento entre los Braves y los Rangers de Texas, debido a un encontronazo dado justamente entre estos 2 baluartes.

La situación escaló hasta el punto de que palabras en un tono de voz poco agradable y gestos con las manos hicieron acto de presencia sobre el diamante delante de miles de fanáticos.

El rifirrafe entre Ozuna y Albies

Corría la parte alta de la séptima entrada y había hombres en segunda y tercera base, Ozzie Albies y Marcell Ozuna, respectivamente, cuando un wild pitch tuvo lugar y la bola se le escapó al receptor de los Vigilantes hasta ir a parar a la parte trasera del home plate.

Era la cuarta mala para el bateador de turno, Adam Duvall, pero también la oportunidad perfecta para que el bateador designado dominicano que corría en la antesala se metiera hasta la goma y anotara en carrera. De hecho, fue lo que parecía que iba a hacer en un principio, ya que se adelantó hasta más de la mitad del trayecto entre la esquina caliente y el pentágono, pero se arrepintió a última hora y se devolvió.

A todas estas, el camarero de Atlanta también había avanzado el mismo tramo entre segunda y tercera base, pero cuando vio el cambio de opinión de Ozuna no tuvo más remedio que regresarse al igual que él. Fue aquí cuando se desató la furia de ambos.

Reclamó con razón

Quien inició la contienda fue el curazoleño, quien increpó a Ozuna por no haber sido más agresivo y decidido en su corrido de las almohadillas. Todo escaló en intensidad cuando este último le hizo un gesto con la mano como expresando: “No me interesa lo que digas”. Allí el enojo de Ozzie se disparó y aprovechando el tiempo muerto que había por el boleto a Duvall, se acercó para decirle unas cuantas verdades a su compañero.

En su lenguaje corporal se podía ver cómo acusaba a Marcell de no estar pendiente de las acciones de juego y de no atender a lo que estaba ocurriendo.

En el siguiente metraje podemos apreciar todo esto que acabamos de referir:

Y a juzgar por las imágenes, parece que el segunda base tiene razón. El quisqueyano pudo jugárselas yéndose al plato y muy probablemente hubiera logrado llegar a salvo. En contraparte, por su falta de atención estuvieron a nada de tomar a Albies fuera de base y retirarlo.

No pasó a mayores

Innings más tarde se les pudo ver conversando más calmadamente y al final, los Bravos de Atlanta vencieron a los Rangers por pizarra de 6×3, así que todo quedó en anécdota; aunque eso sí, es un muy buen llamado a la reflexión entre camaradas.