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Usted puede estar o no de acuerdo con la sanción. Ríos de tinta han corrido con respecto a lo hecho por Asdrúbal Cabrera el pasado sábado en un juego de Caribes contra Tiburones de La Guaira. Cientos de opiniones de han vertido en el caudal de la opinión pública. Cada que tiene un punto de vista, pero todos coincide en que el exgrandeliga deben ser sancionado.

La pregunta que surge es ¿por cuánto tiempo debe estar sancionado Cabrera? Primero que nada diré algo: no hay que sectorizar esta pelea. De que si le dieron a Castro porque era dominicano. Eso atiza más el fuego y le hace daño al beisbol. Sobre todo ahora que varios peloteros y técnicos venezolanos laboran aquí en Lidom.

Eso no tiene nada que ver y segundo porque entre Dominicana y Venezuela, y más ahora, siempre ha habido lazos de amistad y cordialidad. Existe una rivalidad deportiva, pero eso es otra cosa.

Comienza el análisis. Lo primero que debemos saber es que la Liga Venezolaba de Beisbol Profesional (Lvbp) es una de las más serias y organizadas en todo el Caribe. Una experiencia de más de 70 años le ha permitido aprender mucho. Por eso toma decisiones apegadas a la norma y tiene un ordenamiento jurídico de primer orden.

Y aquí es donde entra el tema de las sanciones. En el Código de Ética del circuito venezolano está tipificado todo: multas, sanciones, suspensiones, todo. Y, aunque nos guste o no, la Lvbp no puede aplicar una sanción que no existe.

En el artículo 21, numeral 2 del citado instrumento legal dice que para una agresión física como la que ocurrió en Puerto La Cruz la pena maxima son 20 juegos de suspensión y hasta 500 dólares de multa. ¿Qué le parece poco? Bueno, 20 juegos, a estas alturas, es perderse lo que queda de temporada.

Tal vez a muchos les parezca una idiotez o pocos partidos. Pero, repito, no se puede aplicar una pena que no existe. Los estatutos no se pueden cambiar a mitad de temporada y, además, en Venezuela hay una asociación de peloteros y un comité de apelaciones. Las tres entidades trabajan juntas. Y deben consultarse las decisiones unas con otras.

Tampoco puede apartarse a Cabrera, ni a ningún otro pelotero, de por vida de una actividad porque eso va en contra de la Constitución que consagra que el derecho al trabajo es inviolable y inquebrantable.

Esta es la realidad cruda y dura. Todos aquellos que participaron en tan bochornoso espectáculo y agredieron a colegas serán castigados con todo el peso del ordenamiento legal vigente. Y, si es así, la Lvbp habrá actuado de manera correcta. Esperemos a ver la decisión y luego podremos ahondar más en nuestros pareceres.

¿Qué piensa usted?

Listo, se acabó el juego.