Hasta cierto punto fue como un espejismo, Aroldis Chapman tirando cien millas otra vez como lo más normal del mundo, como si el tiempo se hubiera congelado en ese instante en el que lo vimos por primera vez en Grandes Ligas, allá  con los Rojos de Cincinnati.

El pasado fin de semana fue así y lució inmenso, como el tipo duro que siempre fue, el mismo al que recurrió Joe Maddon para terminar con la maldición de la cabra allá por 2016 para los Cachorros de Chicago.

Lo mejor y lo peor

En una semana Chapman mostró la mejor y la peor cara, los Medias Rojas casi ni le pudieron sacar su bate y salvó su primer juego el sábado 9, pero después, en cuestión de horas, contra los Azulejos de Toronto tuvo que ser auxiliado pues no encontraba la zona de strike, seguía estando fuerte, sólido con su recta pero sin control en los comandos.

Al final los Yankees lograron ganar pues Clay Holmes sacó la casta y se anotó el rescate pero igual, comenzaron a emerger las dudas y entonces el viernes llegó lo peor, las señales estaban pero siempre el beneficio de la duda, concedía cierta esperanza…Chapman otorgó un boleto con bases llenas en el décimo ining y los Orioles de Baltimore ganaron el primer juego de la serie de fin de semana ante los Bombarderos.

Las alarmas se prendieron, ya en 2021, el cubano dio muestras de un bajón en su rendimiento y a pesar de sus 30 salvados, su promedio de limpias de más de 4, fue la muestra de que no era como antes.

El tiempo juega su papel, pues a los 34 años las cosas no son iguales y más en el deporte; el tiempo incide pero tambien lo hace la presión, la presión de jugar allí, más cuando la gente exige hasta hacer sangrar, psicológicamente hablando.

El colapso

Para muchos el colapso de Chapman es inminente y ya Aaron Boone había comentado sobre la opción de entrarlo en el octavo ining y dejar a Michael King, Clay Holmes y Jonathan Loásiga para el noveno; los primeros instantes dieron una buena impresión pero hasta ahí, las cosas tienen que cambiar.

Lo mejor es que si uno mira los acontecimientos desde una perspectiva líneal y se deja llevar por las sensaciones, pensaría que Chapman esta con una efectividad por los cielos pero no, al momento de escribir este texto, su promedio de limpias estaba inmaculado.

Probabilidades

Y sí, van solo diez juegos y la temporada es larga y hay tiempo para hacer las cosas bien, también está el precedente de la temporada anterior cuando el cubano perdió toda la confianza de Boone y de los fanáticos incluso.

¿Qué pasará? Solo Boone y su equipo de trabajo pueden ser capaces de dirimir la cuestión, lo cierto es que la ruptura de Aroldis Chapman es inminente y esa realidad, se debe asumir con total decisión, pues no hablamos de cualqueir equipo,no, son los Yankees de Nueva York.