Siguen llegando peloteros a los campos entrenamiento de las Águilas Cibaeñas. El turno esta vez fue para Aneury Tavárez. El jardinero está enfocado solamente en ser contado los nueve titulares del lineup para el día inaugural. Viene dispuesto a todo.

Este año jugó en México. Y quiere demostrar que los números colocados en el circuito azteca no son parte del azar, donde jugó  con los Generales de Durango. En 88 juegos, tomó 325 turnos oficiales, despachó 123 indiscutibles, y promedio .388. 

De hecho, en el primer juego inter escuadras de este viernes, el mencionado oufielder estaba de segundo en el orden albate y jugando en el jardín izquierdo. “La Liga mexicana la gente lo ve muy fácil, pero no es fácil”, explica el slugger.

“En cualquier parte que usted juegue tiene que darle bien a la pelota, me fajé, la verdad que me preparé súper bien antes de irme para México y ahí están los frutos”, indicó el nativo de Santiago.

Tavárez le dio muy duro a la pelota en tierras aztecas. Por eso pudo coleccionar  23 jonrones, 19 dobles, impulsó 80 carreras, se robó 13 bases en 18 intentos, negoció 32 bases por bolas y solo se ponchó en 43 ocasiones.  En cualquier liga del mundo, sea débil o fuerte, no es fácil poner tales guarismos.

Estar libre de lesiones es lo que aspira, pues él considera que lo demás viene con el trabajo. “Primero que todo pedirle a papá Dios que me mantenga en salud”, destaca.  “Para las otras cosas uno se faja en busca de lograrlas cada día, venir a dar el cien por ciento, sea entrando en el lineup o entrando tarde en el juego, yo lo que quiero es poder ayudar el equipo”.

Durante toda la temporada en tierras norteamericanas el recio toletero estuvo lesionado de un dedo. Fue más que todo designado. Al parecer la lesión ha sido ya superada. “Ya hablé con el manager y le dije que estoy dispuesto a jugar en donde el crea que pueda usarme, ahí yo voy a hacerlo”, contó Tavárez a la prensa de Santiago, y elogió la buena comunicación que tiene el dirigente José Leger con los jugadores.