Cuando los Ángeles se separaron de La Máquina en mayo, dos meses después del último año de su contrato firmado en 2010 que parecía eterno,  muchos dieron por terminada su carrera. Se creyó que eso era todo. Un final sin ceremonias para una de las mejores carreras en la historia del béisbol.

Pero luego, los Dodgers se apiadaron, y algunos se quedaron esperando la determinación de Albert de anunciar su retiro y que se procediera a despedirle en una especie de tour en los estadios pise como homenaje. Pero no.  La Máquina se rehusó a despedirse, todavía no.

Pujols ha pasado de ser una estrella legítima al pelotón. Pero su salida de los Angelinos al menos le permitió llegar a octubre por primera vez en ocho años y recordarnos que nunca debemos apresurarnos a descartar a los mejores jugadores de todos los tiempos. Tuvo un rol y participación controlada y específica pero productiva para los Dodgers.

Albert Pujols, prosiguió jugando en la Liga Invernal Dominicana por primera vez, buscando demostrar que todavía tiene algo que ofrecer; ha continuado insistiendo en que aún no es el momento para la jubilación.

Pero, ¿alguien le va a dar un contrato garantizado a un bateador designado de 41 años que solo puede batear contra los zurdos? Un bateador designado universal sin duda abriría más mercados potenciales, pero es difícil imaginar un equipo competitivo que le dé a Pujols la cantidad de turnos al bate que presumiblemente querrá mientras busca aumentar los totales de su carrera. Por otra parte, eso es básicamente lo que acaban de hacer los Dodgers, y en su mayoría funcionó para ellos, pero ¿suficiente para su retorno? Bueno, no es lo que se rumora.

Si Pujols solo busca llegar a los 700 jonrones o lo que sea, no necesita estar en un buen equipo. Podríamos ver otra situación parecida a la de Ichiro consiguiendo su hit 3000 con los Marlins. Ah, miren, ¡quizás puedan ser los Marlins ese equipo que de la oportunidad al dominicano!

La fantasía de los amantes del béisbol, es un retorno a San Luis, pero en los fines de competir en postemporada y las nevsisad y huecos de los Cardenales, no luce que sea un buen plan. Aunque en términos de mercadeo, simbolismo, romanticismo, sería el escenario perfecto. Algo que todos los fanáticos amarían ver, no solo los de los pájaros rojos. Incluso los más religiosos con los números, mandarían todo juicio por un precipio con tal de ver la realización de ese sueño. ¡Ya veremos!