Al momento de escribir este texto, Aaron Judge conectaba sus jonrones 26 y 27 de la actual temporada en Grandes Ligas, dando un estruendoso golpe de autoridad ante la inminente llegada de su audiencia, un golpe más cercano, mucho más fresco en la memoria, como diciéndole a Cashman y a su séquito! ¡Estoy aquí!

Y este viernes, en cuestión, por videoconferencia, se decidirá todo y es un hecho que el futuro de Aaron Judge este amarrado en buena medida al resultado de esta audiencia, donde definirá su salario en este 2022, como paso previo a la agencia libre.

El día D

Y se decidirá todo pues, en juego esta el futuro de los Yankees de Nueva York, por un lado con Judge en una temporada histórica, los Mulos apuntan a la corona 28, a la 29, a la 30, a dominar el juego por los próximos cinco o seis años, por establecer un límite, lo de Judge vendría siendo algo así como lo de Babe Ruth cuando salió de Boston, allá a finales de los años 20 del pasado siglo o cuando Mookie Betts se fue a los Dodgers a comienzos de 2020, es historia, lo que se escribirá este viernes pasara a los libros como uno de los momentos cumbres del béisbol en la segunda década del siglo XXI.

Cuatro millones pueden ser la clave de todo, cuatro millones que ahora mismo van a definir el destino del equipo más grande de todos los tiempos y Judge vale, 21, 28, 32 o 36, lo que pida, esta en su momento, no hay un hombre tan consistente como el, para hallarlo, en el universo de los Yankees de Nueva York, habría que remontarse a los años 40,50 y 60 de la centuria anterior, cuando DiMaggio, Mantle y Maris, dictaban las pautas del día a día en Las Mayores.

La huella

Un jugador como Judge, con esa condición física que tal parece se va a tragar a los lanzadores como si fuera Saturno devorando a sus hijos, que lo mismo le pega a una recta a casi 100 millas y la manda a viajar a mas de 105, que hace los ajustes y descolgado, como si el bate fuera una pluma y fuera algo simple batear, así, también le pega a una curva o a un slider e igual los manda a viajar con soltura.

La grandeza

Judge es un jugador de Serie Mundial, no de una incluso, de dos, tres, de varias y entrando a sus 30 años, toca la plenitud en cuanto a su forma física y si los Yankees ganaron en 2009, no fue por Alex Rodríguez, ni por Derek Jeter, los dos fueron importantes, trascendieron, pero la figura fue Hideki Matsui, además de CC Sabathia, AJ Burnett y Andy Pettitte; hoy Judge los rebasa a todos y la idea es de éxito total.

Y el arbitraje llegará y Judge ya le expresó a Bryan Hoch de MLB.com que no piensa en el dinero, que sabe debe ocurrir, pero entiende que solo es negocios, su meta y enfoque están en la temporada.

La realidad se impone y los Yankees deben desembolsar su dinero, no es un simple pasajero ese que va a montar el tren, no, es el hombre que puede guiar a los Mulos hasta cerca del 2030 o un poco más y la ilusión se exacerba, el día después de mañana.