Aaron Judge es por lejos uno de los peloteros más cotizados de todo el béisbol de las Grandes Ligas. Muestra de ello es la novela en la que se ha convertido su posible extensión de contrato o incluso, su futura salida de los Yankees de Nueva York de no haber un próximo acuerdo entre ambas partes en términos de economía.

Su valor de mercado está estimado en unos 26.5 millones de dólares por año según el portal Spotrac, lo que lo convierte en el jugador número 19 en el ranking de jugadores más valiosos del momento. A sus 29 años, ha logrado ganar 1 premio a Novato del Año, 2 Bates de Plata, 1 Home Run Derby y ha tenido 3 apariciones en el Juego de las Estrellas.

Por otro lado, ya ha devengado más de 17 millones de dólares como deportista de élite y solo en este 2022, cobrará 17 más. Esto le ha permitido comprarse una verdadera joya de los motores, un auto con el que muchos sueñan, pero que del que pocos pueden alardear.

El maquinón de Judge

El Juez tiene un amor especial por los clásicos del automovilismo. Prueba de ello es el Pontiac Fyrebird del año 1967 que almacena en su garaje. La versión que posee el jardinero derecho de los Bombarderos es color negro y convertible, algo que convierte a esta belleza en algo todavía más sublime y admirable.

Aaron Judge posando con su Pontiac Fyrebird del 67′

Este deportivo es familia del Chevrolet Camaro, y salió al mercado en 4 niveles distintos. El que posee el hombre de los Mulos del Bronx es el mejor equipado, es decir, la L67 400. Esa edición trajo consigo un motor de 8 cilindros en V de 325 caballos de vapor. Esta potencia duplica a la del modelo más modesto de la misma línea.

Cuando salió al mercado, el coche tenía precio de agencia de mil dólares, pero pasado el tiempo y al irse transformando en un clásico, la cifra aumentó exponencialmente. Hoy en día, uno de estos vale 25 mil dólares si se encuentra en perfecto estado como el de Aaron Judge.

Este era el comercial con el que lo anunciaban en el año de su fabricación