Hablar de la temporada 2022 que está teniendo Aaron Judge en las Grandes Ligas, es hablar de excelencia. El hombre de los Yankees de Nueva York está teniendo un ciclo de ensueño, bateando como nunca antes y con una salud difícil de observar en él, sobre todo en los últimos tiempos. El espigado jardinero está encaminado a concretar la mejor zafra de su carrera como ligamayorista en lo que está siendo por contrato su calendario final con el cuadro de la Gran Manzana, al menos antes de sentarse a negociar uno nuevo.
Actualmente, luego de 79 juegos disputados, El Juez posee una increíble línea ofensiva de .281/.360/.612, acompañada de 29 jonrones (líder de Las Mayores en este rubro), 12 dobletes, 60 carreras impulsadas y 64 anotadas (primero en este renglón también). Su OPS asciende a un nada despreciable .972 y además cuenta con 6 bases robadas.
En los zapatos de la leyenda
Algo que siempre llama la atención en el talentoso toletero de los Mulos del Bronx, son sus prácticas de bateo. Una vez que él entra a la jaula para trabajar en su swing, las pelotas salen disparadas como por una máquina. Parece un videojuego en el que las esféricas abandonan el parque sin detenerse, una tras otra. Los entrenamientos de Judge parecen más el Home Run Derby que otra cosa.
Sin embargo, en su más reciente sesión, la estrella de los Bombarderos sorprendió a propios y extraños con el madero que utilizó. Se trató de nada más y nada menos que una réplica exacta de uno de los bates que se encuentran en el museo de Roberto Clemente, primer latino inducido al Salón de la Fama de Cooperstown y probablemente, el jugador caribeño más influyente en la historia del Big Show.
Quizás fue un homenaje, o quizás también algún tipo de ajuste basándose en las características del implemento.
Más pesado y más largo
El bat que por lo general lleva el dorsal 99 es de 33 onzas de peso y 35 pulgadas de largo. No obstante, la copia que usó del de Don Roberto, era de unas 38 onzas y 36 pulgadas. A lo mejor fue una coincidencia para trabajar su fuerza y su resistencia, o tal vez un pequeño guiño a lo que Clemente representa. Lo cierto es que El Juez se puso en los zapatos de un grande, al menos por un día.