En 2018, Aaron Hicks registró 27 jonrones y 4,3 victorias por encima del reemplazo; guarismos válidos para que al año siguiente los Yankees de Nueva le ofrecieran el contrato de su vida, 7 años y 70 millones de dólares y en el Bronx todos estaban encantados con el jardinero, en particular Brian Cashman.

Cuatro años después, a comienzos de abril de 2022, hora antes de empezar la nueva campaña de Grandes Ligas, Hicks le confesó a los medios que se sentía bien y pensaba incluso en 30 jonrones y 30 bases robadas, tal como refirió en su momento el New York Post.

La debacle

Había quedado a deber en 2019, 2020 y 2021, quedando muy por debajo de las expectativas que se cifraron en él, justo después de aquella zafra de 2018, pero el jugador sabía que contaba con la confianza del dirigente Aaron Boone y del gerente general, Brian Cashman.

Lo que vino fue peor de lo pensado, con Hicks viviendo un calvario jornada tras jornada, siendo abucheado en el mismo Yankee Stadium y terminando relegado a la banca.

El espejismo

Mucho se especuló sobre un posible canje para agosto, tras el pírrico arranque del ambidiestro, pero en junio, Aaron Hicks mostró signos vitales otra vez y de acuerdo a la reseña de Sport Ilustrated en junio y julio compiló 260 de average con un OPS de 801, incluyendo 5 jonrones y 24 carreras impulsadas, en un tramo de 49 juegos.

Aquello fue como una especie de espejismo, pues en agosto, Hicks se desplomó por completo, cerrando el año con una hoja de corte 178/263/263 y volviendo a ser blanco de las críticas.

Si algo le faltaba entonces para decorar y darle un toque más trágico a su campaña era lesionarse y así sucedió cuando una colisión con Oswaldo Cabrera durante el juego 5 de la Serie Divisional le lastimó la rodilla.

La esperanza de Brian Cashman

La incertidumbre siguió marcando su estatus, pues con contrato hasta 2026, cobrando 10,5 millones este año y también en 2023, definir su futuro se mostraba hasta hace unos días, como una decisión complicada para los Yankees de Nueva York.

No obstante, el mencionado Brian Cashman les comentó a los medios, incluido el New York Post y el New York Daily News, que todavía hay esperanzas en Hicks.

“… Regresará y estará sano…”- acotó Cashman y al respecto alegó: “… Tiene la capacidad y buscará recuperar su mejor forma…”

Las palabras de Cashman pueden ser una buena noticia para Hicks y en un reducido grupo de fanáticos; una bomba de tiempo para otros, la mayoría, pues con Harrison Bader apuntando a la titularidad en el jardín central, las opciones se reducen y además habría que ver como el pelotero puede responder bajo presión.

Y es que no solo se vio a un pelotero totalmente desconectado con su mecánica de bateo,  de igual modo Aaron Hicks se mostró carente de perspectiva, sin la preparación mental necesaria para afrontar los momentos difíciles y salir de estos trances y tal vez esta sea la principal disyuntiva pero Cashman confía, puede que no le quede otra opción… habría que ver cuando otra vez estemos  en abril.