Los problemas de Aroldis Chapman y los Yankees parecen no tener fin, ¿O quizás si? después del más reciente desencuentro entre el equipo y el lanzador.

El relevista no estará en el róster de la Serie Divisional de la Liga Americana, según informó el mánager, Aaron Boone.

Chapman no se presentó al entrenamiento de los Yankees el viernes y el estratega afirmó que no tenía una razón aceptable para no estar allí. El gerente general de los Yankees, Brian Cashman, dijo que lo multó por no estar en el entrenamiento.

Boone informó que el cubano se fue a Miami y que se suponía que estaría lanzando un juego simulado el viernes, pero que simplemente no apareció. 

El cubano previamente  había perdido el rol de cerrador ante Clay Holmes, tuvo problemas con el control de sus pitcheos y con la confianza al subir a la lomita. El lanzador está en su último año de contrato con los mulos y se sabe que el equipo no tiene planes de traerlo de vuelta.

Con su ausencia el puesto de cerrador de los mulos del Bronx será disputado entre Holmes que está de regreso de su lesión y Jonathan Loáisiga que tuvo un gran cierre de temporada regular 2022 con el equipo.

De acuerdo a reportes previos el equipo de Nueva York también había considerado colocar en asignación al pelotero, todo esto también pudo haber resentido la relación entre la organización y el derecho.
Ahora reportes como el de Tenchy Rodríguez, indican que Chapman sabía que no estaría en la postemporada y por eso ni se molestó en ir a la práctica.

Como si fuera poco, ha visto caer su velocidad más de una milla por hora esta temporada en comparación con la última, y ​​ha requerido un par de viajes a la lista de lesionados. Chapman solo regresó a la lista activa a mediados de septiembre después de perderse varias semanas debido a un tatuaje que se le infectó.

Atrás parecen haber quedado los días en que solía ser uno de los mejores relevistas de las mayores. Ha tenido problemas esta temporada, registrando una efectividad de 4.36 y una proporción de ponches a bases por bolas de 1.52 en el transcurso de 33 entradas lanzadas.

Con este episodio no solo se complica la relación con los Yankees, sino que afecta la imagen del pitcher, pues queda con una marca de irresponsable en su carrera.