En Golden State podría haber tranquilidad en este momento, ya que ningún equipo en la historia ha remontado un 0-3 en playoff. De todas formas, los Warriors no quieren saber nada con ese tipo de estadísticas (nunca antes un equipo remontó un 1-3 en Finales y les tocó sufrir al primero en hacerlo en 2016).

Por eso, por más que la serie ante Denver pueda estar prácticamente sentenciada, aún queda un juego más para acabar la faena. Anoche, costó superar a Nikola Jokic y compañía, ya que los Nuggets se pusieron por delante a falta de 3.20.

Sin embargo, las mejores armas de los Warriors aparecieron en el momento preciso para un parcial de 2-9 en la recta final que dejó tocados y casi hundidos a los Nuggets. Saliendo por tercer encuentro seguido desde el banquillo, Stephen Curry acabó el partido con 27 puntos y 6 asistencias en 31 minutos.

Los mismos puntos logró un Jordan Poole sensacional (27 puntos con 9 de 13 en tiros) mientras que Klay Thompson (26 puntos con 6 triples) completó la espléndida noche de un perímetro de los Warriors que asusta mucho en el Oeste.

De nada valió para los Nuggets el partidazo de Nikola Jokic, que firmó un gigantesco doble-doble de 37 puntos (14 de 22 en tiros), 18 rebotes y 5 asistencias. Los de Denver dominaron el rebote (44 por 30) pero padecieron el 55,4 % en tiros de campo de los Warriors (incluido un 18 de 40 en triples).

El domingo la serie (que continuará en Denver) tendrá su cuarto partido que podría ser el definitivo si el equipo comandado por Steve Kerr mantiene este nivel superlativo con gran participación de sus figuras. Para los Nuggets, es un baño de realidad al saber que teniendo al posible MVP de las últimas dos temporadas, aún así no pudieron darle acompañamiento suficiente