Estamos seguros que muchos no se han enterado. No se han enterado, no conocen, y por tanto no pueden si quiera decidir si acuden a la cancha a ver el partido, si sintonizan el streaming, si leerían la crónica: se juega la final de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino.

Las Reinas del Este y las Indias del Sur son los quintetos que disputan la final de este año. Para una gran porción de la población los nombres de esos conjuntos son desconocidos. Las segundas ni siquiera existen en redes sociales.

Muchas cosas faltan por desarrollar, recorrer y avanzar en el deporte femenino en general.

Es cierto que el aspecto comercial es un tema groso y que impacta en los destinos de los torneos y avance de las ligas. Las empresas, las marcas, patrocinios son necesarios para sustentar el deporte el cual es un negocio. Pero no es lo único que se necesita para crecer.

En los amplios márgenes de todo, hablemos de las cosas que sí se pueden hacer y no se hacen.

Mucho se escribe y se dice de cómo “el periodismo es el cuarto poder”, pero en la práctica vemos como el curso de las cosas muestran al periodismo como una complaciente curva que nada a corriente con las tendencias e intereses particulares.

Hay que poner a la gente a reaccionar, a hablar, a participar. Hagamos polémica. Que la gente ame, mejor aún si odia, la información. Demos pan y circo. Captemos clics. Que crezca el negocio”… Ese pareciese fueran los mandamientos de los medios de difusión masiva hoy día. Y nos preguntamos ¿dónde quedan las críticas que enriquezcan al público, el deber de hacer valer los derechos de la sociedad, el compromiso con la veracidad y el esparcir la información?

¿Por qué nos hacemos esas preguntas? Sencillo. Es no se ve difusión de la información, ni un interés para transmitir esa información al público vía la prensa, radio, televisión o redes sociales. No hay periodismo para el baloncesto femenino. Ni para muchos otras disciplinas, atletas y torneos. Y lo señalamos porque de eso se trata este oficio y hay un deber; la Liga Nacional de Baloncesto Femenino al parecer es invisible para muchos.

Esta vez no se trata del análisis sobre cómo hacer crecer el deporte o torneo X. De rentabilidad. De la atención del público. Está vez va de la autocrítica. Del rol del periodismo deportivo y su incidencia en el crecimiento del deporte.

Más allá de quién ganó y perdió. Más allá de dar primera plana a un atleta que consigue una medalla de orode la nada (no surgió de la nada, estuvo en anonimato porque la prensa no le acompañó en su difícil camino y no nos enteramos hasta que logró algo imposible pasara desapercibido).

Y ese es el asunto. Cómo tener interés por algo que no sabemos existe. Si algo no tiene visibilidad (“ojos que no ven, corazón que no siente“) no puede la afición sentir pasión ni dar apoyo alguno; no pondrán en riesgo las marcas su capital en colocar sus nombres en camisetas de jugadores que no hay público mirando.

Es triste que el torneo tenga “las 5 W del periodismo” (quiénes, qué y para qué, cuándo, dónde, por qué) y no haya periodismo.

Jenifer Jimenez, Anyi Hodge, Fátima Marte, Elemi Colomé, Judaly Zapata son algunos de los talentos que accionan en esta final que se define mañana en Higüey (la serie se encuentra 1-1, y se ha estado jugando tanto en La Altagracia como en Baní, provincia Peravia), de estas chicas hay quiénes son parte de la Selección Nacional, del 3×3, e incluso de escala internacional.

Este escrito no es un asunto de  perspectiva de género en el mundo de la comunicación y los deportes, aunque sí hay una realidad innegable al respecto. No es incierto que falta lograr un periodismo deportivo de coberturas libres de estereotipos. Se requiere de cuidado en la selección, producción y distribución de la información. Más por el momento es un llamado de atención y reflexión a quiénes están en el ejercicio periodístico sobre la importancia jugamos en el crecimiento del deporte y la sociedad.

La información debe ser contextualizada, debe explicar cómo fueron posibles las cosas. Implica hacer visibles las condiciones en las que varones y hembras practican deportes y compiten. Exponerlas. No enterrarlas. Buscarlas, investigar, ir tras ellas. No ignorarlas.