No todos los días puede uno decir que ha tenido un encuentro cercano con el mejor jugador de todos los tiempos. Esto les sucedió a dos amigos en la ciudad de Charlotte, hogar de los Hornets, quienes se encontraron de forma inesperada con Michael Jeffrey Jordan.

Y es que estos chicos, al parecer aficionados del conjunto de Charlotte, se apersonaron en las instalaciones de los Hornets, con la firme intención de aguardar por la actual figura del club, LaMelo Ball, para pedirle una fotografía.

Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando en lugar del base de los Hornets, el que apareció en el estacionamiento del edificio fue el actual propietario, Michael Jordan. La euforia de los amigos es más que obvia, y enseguida trataron de acercarse la leyenda de los Chicago Bulls.

Ellos le solicitaron a Jordan poder sacarse una foto, pero “su majestad” no cedió a tal petición, y en su lugar les advirtió que tuvieran cuidado ya que se encontraban en medio de la zona de acceso y salida de vehículos.

A pesar de la negativa del 6 veces campeón de la NBA, fue una sorpresa más que agradable para estos chicos; recordar el impacto que causó Jordan en el mes de febrero pasado en la ceremonia del partido de estrellas en Cleveland, al hacer acto de presencia prácticamente de forma inesperada, en el cual la liga rindió un merecido homenaje al selecto grupo de los 75 mejores de la historia.