Parecía que todo se encaminaba para los Lakers, a pesar de que el tobillo derecho de LeBron James fuera un dolor de cabeza. Si bien el alero se perdió el duelo ante San Antonio Spurs, el segundo triunfo del equipo angelino más el triple doble de Russell Westbrook hicieron pensar que no todo estaba perdido. Pero solo fue un espejismo.

Enfrente estaban unos Thunder que aún no habían ganado en lo que va de la temporada y desde el año pasado están en plan de relajación para foguear a sus jugadores jóvenes. Y aún así, dieron la sorpresa, sobre todo porque remontaron 26 puntos de diferencia.

El 41-19 con el que terminó el primer cuarto, más el 70-44 que figuraba en el marcador antes del descanso pensaban en la recuperación de los Lakers luego de dos caídas en los primeros dos juegos. Pero todo se vino abajo con una segunda mitad para el olvido.

Westbrook, héroe del triunfo ante Spurs, volvió a firmar un triple doble, pero sus diez pérdidas y su acumulación de faltas lo hicieron desaparecer de los momentos importantes cuando el Thunder se acercaba cada vez más al marcador.

Para colmo, el base se fue expulsado por una doble técnica sobre el final para aumentar el bochorno de un equipo que no pudo ante uno de los peores equipos de la liga y que navega sin rumbo cuando todos lo daban como uno de los favoritos.

30 puntos para Anthony Davis, 12 para Carmelo Anthony y muy pocos aportes de Rondo, Howard y DeAndre Jordan hace pensar que los Lakers llenos de estrellas no tienen impacto si LeBron James no está para guiarlos. Y si el tobillo de LeBron no responde, quién sabe donde terminaran los Lakers.