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Muchos decían que no podía triunfar en la NBA, que su tamaño y corpulencia en vez de ayudarle más bien le afectaría; que le iba a restar movilidad en el tabloncillo y causar mucha torpeza al momento de driblar el balón. Eso y muchas cosas más.

Pero resulta que aquel joven que hiciera su debut en la temporada 1992-1993 con el Orlando Magic, habiendo ganado el Draft con esta franquicia y bajo la tutela del gran “Magic Johnson”, terminara convirtiéndose por muchos expertos como el pívot más dominante de este deporte.

Shaquille O’Neal, recordado siempre por pulverizar a sus atrevidos defensores, dejándolos de lado en los duelos individuales y luego con el temor de que fuera a quebrar el canasto con todo y tablero, algo que hiciera en más de una ocasión.

Se hizo famoso en ese mismo primer año en la liga, al ser titular en los 81 partidos en los que fue convocado en la ronda regular, y al siguiente ya sabía lo que era jugar en postemporada; y en su tercer año vivió su primera final de liga, aunque fuera prácticamente humillado por Hakeem Olajuwon y los Houston Rockets.

Hablar de los logros y registros lógicamente es algo muy trillado y no es la intención; solo se trata de reconocer a alguien que fue ídolo de su generación, y que de sus 19 campañas en la NBA, en 14 de ellas se mantuvo por encima del promedio de 10 puntos y 10 rebotes por juego.

Compañero fiel de otra leyenda eterna como Kobe Bryant, a pesar de sus visibles diferencias, en unos Lakers en donde se lograra inmortalizar entre los años de 1999 y 2002, con aquellos 3 títulos en fila, algo que solo habían logrado figuras legendarias como Bill Russell, “Magic” Johnson y Michael Jordan.

Y no solo se dedicó a brillar en el baloncesto; desde bien temprano se lució en las pantallas de cine, además de grabar varios videos musicales y luego comenzar su etapa como escritor, publicando libros como “Shaq Attack” en 1994.

Entre sus defectos siempre va a estar su trágico porcentaje de acierto en tiros libres, curiosamente el segundo peor de toda la historia, superado por Wilt Chamberlain, y para ser aún más curioso, Karl Malone es el tercero en esta lista, a pesar de ser el tercer mejor anotador histórico.

Aún está activo en esta disciplina, ahora en el rol de analista en la prestigiosa cadena TNT, en donde comparte con otro personaje polémico como Charles Barkley, sin ningún temor de expresar lo que siente y de criticar a quien le parezca; una especie de reencarnación de lo que fuera como jugador activo.

Entonces, entre tantas figuras que han pasado por esta liga en su posición, como el propio Olajuwon, Chamberlain, Patrick Ewing, David Robinson o Abdul-Jabbar, de igual forma todo nos hace concluir que ha sido el mejor y más difícil de encarar cuando el balón llegaba a sus manos cerca del aro; sus defensores solo podían hacer el amague de intentar frenarlo, sabiendo que al final no iban a poder.

El también empresario y padre de 4 hijos, a quienes les ha sembrado la idea de que traten de escribir su propia historia y no depender de lo que él ha ganado, celebra hoy lunes sus 51 años de existencia, y muy difícilmente pueda haber otro como su persona. ¡Feliz cumpleaños “Shaq”!