Si bien el mercado de la NBA fue intenso, con muchos movimientos interesantes para alimentar a los analistas de la liga, la principal novela veraniega aún no tiene fin, ya que todavía Ben Simmons no encontró equipo tras avisar que no jugará para Philadelphia Sixers.

Tras la eliminación del equipo a manos de Atlanta Hawks en los últimos playoff, el principal apuntado fue el australiano, por su pobre rendimiento. Y a las críticas de los aficionados, se sumaron duros comentarios del coach Doc Rivers y de la estrella Joel Embiid, lo que propulsó a Simmons a querer salir.

Pero Philadelphia no quiere dejar ir así nomás a su pick número uno del 2016 y solo está dispuesto a intercambiarlo por un buen paquete de jugadores de la franquicia que reciba al base. ¿El problema? Nadie ofreció lo que los Sixers quieren.

El jugador expresó que prefiere jugar en alguna de las franquicias de California, pero solo Sacramento se mostró interesado, aunque sus ofertas no convencieron a los Sixers, debido a que los Kings no quieren entregar ni a De’Aron Fox ni Tyrese Haliburton, sus mejores jugadores.

Ahora, ante la postura de Simmons de no importarle la multa que reciba si no se presenta al campus de entrenamiento, el tiempo apremia para Philadelphia. Pero un equipo más apareció en la mira: Boston Celtics.

Según palabras de su General Manager, Brad Stevens, los Celtics están interesados en adquirir al australiano, pero solo con dos condiciones. La primera es no incluir ni a Jayson Tatum ni a Jaylen Brown, con la idea de formar un Big 3. Y la otra, es que baje el precio de mercado del jugador.

A medida que pasa el tiempo, Sixers tiene menos chances de pedir mucho por un jugador que está en conflicto y que no se entrenará. Por lo que Boston solo ofertará si cae su salario de 143 millones que aún quedan por abonar.