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Hubiera bastado, casi 20000 aficionados allí en las gradas del Madison Square Garden mirando, metiendo presión, solo con la mirada, con alguna que otra indirecta hacia Harden o hacia el mismo Joel Embiid; hubiera bastado, bastaba de hecho, hasta el último cuarto, los Knicks ganaban, pero los chicos de Tom Thibodeau otra vez se quedaron a nada de la victoria.

Fue el mismo guion, antes del juego de este domingo, el guion fue el mismo, ese donde los Knicks juegan 3 cuartos extraordinarios, pero en el final, en ese último cuarto se desmoronan y acaban perdiendo, como si se quedaran sin aire, sin ideas y ante Filadelfia vivieron un calvario similar al vivido ante Chicago hace un par de días, cuando acabaron perdiendo 118-117 con una canasta ganadora de DeMar DeRozan a dos segundos del final.

La hora de los Sixers

No estaba DeRozan, pero igual, el elenco de Pensilvania llegó a Nueva York decidido a evitar la derrota y por ende a extender su racha ganadora de siete juegos y lo hicieron, ganaron el ocho y estuvo Embiid, también Harden y de igual modo, a su manera, con su estilo el ala-pívot George Niang, una de las sensaciones de los Sixers en el actual curso, disertó desde la larga distancia con cuatro triples en ese cuarto parcial.

Todo les funcionó a los visitantes, el propio Embiid se fue encontrando a medida que avanzaba el juego y como tantas veces esta temporada acabó facturando nada menos que 35 puntos, siendo escoltado con su clase habitual por James Harden, quien sumó un doble- doble de 29 cartones y 13 asistencias.

Fulminante…

Fue 21-4, así acabó el parcial, así de fulminante, tal como lo reseñó ESPN, como si de un derechazo de boxeo se tratase, rotundo; por un lado, un equipo inmenso, los Sixers, por el otro uno bien pequeño, mediocre incluso, nada que ver con el conjunto de los tres primeros cuartos; no hubo nada después, ni Randle, ni Barret, ni Brunson, nada, era como un equipo fantasma en la duela.

Filadelfia ganó, 119-112, ganó su octavo juego de modo consecutivo y con forja de 20-12 anclan quintos en el Este, dejando al rojo vivo la pugna por esos puestos de avanzada; con el resultado apenas se sitúan a solo 3 juegos del primer lugar ocupado por los Boston Celtics.