Si bien la temporada está en pañales con tres jornadas disputadas, quedando mucho camino aún por recorrer, sí se puede hacer un balance inicial de las intensiones y situaciones de varios equipos que figuraban con un rol o etiqueta previa en el análisis del curso. Y allí se podían encontrar a dos franquicias: San Antonio Spurs y Utah Jazz. Pero no como candidatos al título, sino todo lo contrario.

Ambos equipos usaron la agencia libre para reforzar el concepto de reconstrucción. Por el lado de los texanos, dejaron ir a DeJounte Murray, sumado a la salida de Derrick White en enero. Con un equipo joven e inexperto, incluido tres picks de primera ronda en este Draft, eran firmes candidatos a tankear y apostar por la joya francesa Victor Wembanyama.

Pero la realidad es que, a pesar de un mal inicio con derrota ante Charlotte, los Spurs de Popovich se acomodaron y vencieron a Indiana Pacers (candidato a terminar en el fondo del Este) en un juego que solo se les complicó en el final. Pero el golpe sobre la mesa lo dieron hace dos días con un triunfazo ante Philadelphia 76ers, candidato al anillo pero que ahora tiene un registro de 0-3.

San Antonio hizo valer la paridad de su plantel con un dato demoledor: su banquillo aportó cuarenta puntos, contra apenas diez de los Sixers. En los Spurs todos pelean por un lugar y hacen valer los minutos ofrecidos. Está claro que tankear no es el estilo del mítico coach. Es posible que San Antonio termine, igualmente, en el fondo del Oeste, claro está. Pero al menos será con su propio estilo y sacándole jugo a la experiencia de este año.

Por su parte, Utah era otro de los que se desmanteló en la agencia libre intercambiando tanto a Rudy Gobert como a Donovan Mitchell, sus figuras estelares. Pero contra todo pronósticos, tras tres jornadas, están invictos. Anoche vencieron en un dramático juego con prórroga a los Pelicans y quedaron con récord ideal en el Oeste.

Con un equipo liderado por Lauri Markkanen, Kelly Olynyk y Jordan Clarkson, pudieron vencer a Nuggets, Timberwolves y ahora a Nueva Orleans, tres candidatos serios a ocupar puestos de playoff. Al igual que los Spurs, el destino de los Jazz puede terminar siendo, inevitablemente, el fondo de la tabla. Pero no se puede negar que, por ahora, no se propusieron perder a propósito