Diez años después, de aquel título en 2012 ante el Miami Heat, la afición de los Mavericks está soñando otra vez con lo imposible y tienen varias razones para ello, pero en especial una, Luka Doncic.

Hace una década, la dupla de Jason Kidd y Dirk Nowitzki le aguaron la fiesta a LeBron James y Dwayne Wade; hoy el mismo Jason Kidd mira desde el banquillo, en su rol de dirigente como el sensacional Luka Doncic está cimentando su propia leyenda en las duelas de NBA, más allá de Nowitzki, hasta del propio Michael Jordan incluso.

El fenómeno Doncic

En apenas su tercer año en los tabloncillos de NBA, el esloveno está reencarnando en su mejor versión, una muy superior a la que mostró en Europa con el Real Madrid, o en su primer año, allá por 2019 bajo la tutela del mítico alemán; sí, en esta campaña que apenas comienza, el extraordinario Doncic es la gran sensación de la liga, más allá de Stephen Curry, de Ja Morant, de Devin Booker o Jayson Tatum, es él, único, como el heredero de todos, de Nowitzki, de Jordan, del mismo Wilt Chamberlain.

Como lo lee, si hace unos días, el balcánico había emulado lo hecho por Michel Jordan, al anotar 30 puntos en sus primeros 6 partidos, hace unas horas, Luka Doncic eclipsó al más grande de todos los tiempos con otra jornada histórica; hablamos de 33 puntos y 11 asistencias.

El hito: 60 años después

Y sí, debió aparecer él otra vez, el salvador, el hombre que es capaz de castigar a cualquier rival desde la media o desde la larga distancia, el que no falla los libres a la hora buena, ese Doncic, a sus 23 años está dejando de ser una posible promesa para convertirse en el fenómeno que todos queríamos ver y ante el Utah Jazz comandó la cerrada victoria 103-100 para seguir extendiendo su increíble paso en esta temporada.

Con su actuación, Luka Doncic, ingresó a un selecto club de jugadores que en sus 7 primeros encuentros de una temporada regular anotan 30 cartones o más, pero la particularidad radica en que el antecedente más cercano se remonta a los años 60 del pasado siglo, cuando Wilt Chamberlain logró este hito en la campaña1959-1960, llegando hasta los 8 partidos para en la temporada siguiente estampar una marca que luce imposible de todas las maneras que se pretenda mirar, 23 juegos seguidos con 30 puntos o más.

En este punto vale acotar que, en la misma temporada, 1959-1960, Jack Twyman, había llegado a 7 juegos con igual alcanzado al menos los 30 puntos.

La épica del heredero

Épico lo de Luka Doncic, sin parangón en el momento presente y sus números globales en lo que va de competencia hacen suponer lo mejor, hablamos de 36,1 puntos, 8,9 rebotes, 9 asistencias y 1,7 robos por partido.

Hablar de posible MVP es poco, la estela que va dejando Doncic es para pensar en grande y de eso no hay dudas…Luka es el heredero.