Si hay que hablar de uno de los equipos que han sido una referencia en la NBA en los últimos veinticinco años, no se puede obviar a San Antonio Spurs. La franquicia texana se ha convertido, con sus veintidós apariciones consecutivas en playoff en uno de los modelos a seguir, no solo por lo hecho dentro de la cancha, sino también en las oficinas. Pero cómo dice el dicho “todos tenemos un precio”.

San Antonio se ha caracterizado por sacar agua de las piedras en cada Draft que ha participado. Claro, al tener tan buenos resultados ha tenido que “conformarse” con picks de finales de ronda. Pero el equipo ha tenido sus momentos, como las dos veces que han obtenido la primer elección. En 1987 escogieron a David Robinson y diez años después (luego de una pésima temporada en la que el Almirante se perdió todo el curso por lesión) eligieron a Tim Duncan.

Luego, son conocidos los “robos” que han hecho con Manu Ginóbili (pick 57 de 58), Tony Parker (pick 28), Luis Scola (pick 56, aunque luego canjeado), Thiago Splitter (pick 28) o Kawhi Leonard (elegido por Indiana en el puesto 15 y canjeado esa misma noche a los Spurs). Pero esta vez es distinto, ya que San Antonio apostó por un equipo joven que no tendrá una figura descollante y deberá moldear un equipo con el sello de Gregg Popovich. Y de paso, ¿por qué no apuntar a Wembanyama?

Todas las predicciones marcan a Spurs como claros candidatos a ocupar la última posición del Oeste, incluso viendo superiores a equipos como OKC, Rockets o Utah Jazz. Ahora bien, en la organización de San Antonio Spurs surge antes del inicio de la temporada oficial el nombre del factor Wembanyama en el horizonte. Estamos ante la temporada donde el tanking puede aparecer en escena, con la clara intención de tener más opciones de aspirar al número uno del futuro Draft y ver como un jugador de este calibre puede cambiar la dinámica.

En el pasado Draft, San Antonio dispuso de tres picks, los cuales usó con Jeremy Sochan, Malaki Branham y Blake Wesley, que se sumaron al equipo que ya no cuenta con Dejounte Murray ni Derrick White y tiene en el explosivo Keldon Johnson a su figura más dominante. Todos ellos, sumados a Joshua Primo (la apuesta en el Draft del año pasado) y Devin Vasell (ya con más experiencia), tendrán la misión de progresar a base de derrotas para permitir la llegada de un Wembanyama, al que la prensa lo ubica en San Antonio como el lugar donde más podría encajar. Si, tal como sucedió con Duncan. Y a los Spurs no les fue mal después de elegirlo