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Si bien desde un principio no estaban entre los candidatos para competir por la clasificación en la conferencia del Este de la NBA, siempre tuvieron una ligera esperanza de no estar en la posición en la que se encuentran actualmente.

Los Charlotte Hornets, quienes de igual forma por ser propiedad de quizás el otrora mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan, están siempre con la mirada atenta de muchos seguidores del mejor baloncesto del mundo, pero les ha tocado tener mucha paciencia.

Se trata de una franquicia que ha sufrido ciertas transformaciones en los últimos años, desde aquella época en la que a finales de los años 90 llegaron a competir hasta estar en los mejores cuatro conjuntos del Este, curiosamente llegando a enfrentar a los Bulls de su actual dueño, con Glenn Rice como figura.

Luego con un breve paso por New Orleans, para luego pasar a llamarse los Bobcats, un novel proyecto que nunca tuvo fortuna, para intentar ahora volver a sus raíces siendo los Hornets, pero han adolecido de una plantilla que realmente compita en un nivel tan exigente como este.

Aunque con todo y esto, no se puede ocultar que disponen de un jugador que muchos quisieran tener, como LaMelo Ball, quien en esta edición 2022-2023 le ha caído el infortunio de estar ausente por ciertos problemas físicos, y sus Hornets así lo han podido sentir; con todo y que esté ya recuperado y esté ejerciendo el liderazgo que mucho se le ha pedido.

Ante el Oklahoma City Thunder, su más reciente rival, dejó un registro de 27 puntos con 10 rebotes, pero los avispones apenas suman su tercer triunfo en sus últimos diez partidos y apenas llegar a las 10 victorias, pero con un saco de 26 derrotas en sus espaldas, luchando con los Detroit Pistons por abandonar el foso de la zona Este.

Ball actualmente solo está siendo apoyado por sus compañeros abridores P.J. Washington, Mason Plumlee, Terry Rozier y Gordon Hayward, pero con pocas piezas para mantener un buen ritmo en todos los periodos y por allí se han escapado muchas victorias.

Entonces, no se puede pretender que todo recaiga sobre sus hombros, y de momento la prioridad es ir saliendo de esta mala racha, aún restando mucho para que finalice la ronda regular; desde las oficinas, Michael Jordan no debe estar muy tranquilo, pensando en darle un giro de 180 grados a esta situación y convertir a este equipo en un verdadero contendor, como lo fueron sus amados Bulls.