LeBron James se ha convertido en una voz muy influyente en el deporte estadounidense, pero no solo en cuanto a cuestiones dentro de la cancha, sino también por causas sociales o políticas. Durante la pandemia de Covid-19 fue comunicando su parecer respecto a la vacunación contra el virus y se lo vio muy activo defendiendo los derechos afroamericanos durante el Black Lives Matter. Por eso, no llama la atención que haya sido consultado en el caso Irving.

El base de los Brooklyn Nets fue acusado de promover en sus redes sociales una película con alto grado de contenido antisemita y, tras ser consultado al respecto, no se disculpó, sino que simplemente dijo que podía publicar lo que quisiera. Esa primera acción fue la detonante y la que sigue pesando en el resto de la liga, que parece haberle soltado la mano al jugador. Si bien Kyrie emitió un comunicado posterior pidiendo perdón por sus acciones, ya era tarde.

Y uno de los que habló de eso fue el mismo LeBron James, ex compañero de Irving en Cleveland, con el que ganó un anillo de campeonato en 2016 venciendo a los Warriors en la final, en la famosa remontada del 1-3, siendo el único equipo en hacerlo y en el que Kyrie metió un triple clave en el séptimo juego.

“No apruebo ningún tipo de odio. A nadie, a ninguna raza. Lo que Kyrie ha hecho ha sido doloroso para mucha gente, así que no puedo respetar eso. Si promueves o expresas cosas que hacen un daño así a los demás, no lo puedo respetar”, fue el mensaje del alero de los Lakers al respecto, siendo de los primeros jugadores en emitir opinión concreta sobre el asunto.

Los dichos de LeBron llegan en un contexto en el que muchos miembros de la NBA han decidido no meterse en el barro dando una opinión, como Kevin Durant, Devin Booker o Steve Kerr que han dicho simplemente “no seguir el caso” o, en el caso del compañero de Irving en Brooklyn, que “todo es innecesario y deberíamos simplemente jugar al baloncesto”.