Fue la obsesión de Darvin Ham, desde el primer momento en que asumió como entrenador principal de los Lakers se enfocó en mejorar la proyección de Rusell Westbrook, ya Pelinka había reafirmado la confianza de la directiva en el jugador en medio de especulaciones sobre posibles cambios, pero Ham sabía debía hacer su parte.

El jugador del último curso no era ni por asomo alguien parecido a aquel que había sido MVP allá por 2017 en sus años finales en Oklahoma City Thunder, o el dos veces máximo anotador en 2015 y 2017; no el Westbrook de 2021 no era ese, era un jugador mediocre, carente de ideas, egoísta en extremo y el resultado en la cancha lo transformó en su peor versión.

Los demonios de Rusell Westbrook

Westbrook, dejó unos números para el olvido, menos de 10 puntos y de 10 asistencia por partido, opacaron por completo el brillo de uno de los mejores bases de la liga en la última década.

“… He tenido conversaciones personales con Russell y han sido algo especial, siempre con la palabra sacrificio como centro…” – le comentó el coach a los medios tal como refieren ESPN, TNT y Los Ángeles Times.

Y el momento llegó, comenzó la nueva temporada, llegaron las primeras derrotas, una, dos, tres, Westbrook seguía con sus viejos fantasmas, va a la banca, llega la primera victoria, regresa, con pocos minutos y comienza a verse diferente, asociándose, aprovechando la media distancia, el juego exterior y a pesar de que siguieron las derrotas de los Lakers y el equipo nada de capa caída al momento de escribir este texto, Russell Westbrook cambió, renació, se ha vuelto a encontrar con el de antes.

El otro Westbrook

Y en el último partido de los Lakers, una paliza recibida a manos del Utah Jazz, 139-116, ya en este choque, Westbrook en 24 minutos que vio acción en las duelas sumó 22 cartones con 5 asistencias, de 14/8 en tiros de campo y 3/2 en triples.

No solo fue entrar y aportar a la ofensiva, también fue el cambio de ritmo que propició durante el tiempo en el tabloncillo y si los Lakers hoy están en el ojo de la tormenta, Russell Westbrook es una de las pocas buenas noticias para el gerente Rob Pelinka y el dirigente Darvin Ham.

“… No vine aquí a perder, esto pasará…son problemas por los que pasan los equipos ganadores…” – señaló Darvin Ham y de seguro será de ese modo, la mística de los Lakers es inmensa y nadie duda que podrán encontrar el rumbo y con Westbrook en estado de gracia, todo puede suceder.