Hay que remontarse a la época de LeBron James, hace veinte años, cuando la actual estrella de Los Ángeles Lakers estaba en el Instituto y hacía delirar a todo el mundo de la NBA con sus actuaciones siendo un adolescente. Solo restaba saber quien se lo llevaría, ya que todos los equipos soñaban con él. Así, fue elegido sin ningún tipo de dudas por Cleveland Cavaliers, el beneficiado en el Draft de 2003.

Ahora se vive una situación similar con Victor Wembanyama, un unicornio que juega de pívot y mide 2,20 metros con apenas 18 años de edad y obsesiona a todo el mundo del baloncesto, siendo el principal candidatos a ser número uno del próximo Draft. Tal es así, que la misma NBA ha decidido comprar los derechos de transmisión de los juegos del Metropolitans 92 de la Liga Francesa para que todos lo fanáticos puedan ver de primera mano las actuaciones del pívot.

“Todos los partidos del Metropolitans 92, que contarán con la estrella francesa y el mejor prospecto del Draft de la NBA 2023, Victor Wembanyama, estarán disponibles gratis en la nueva app de la NBA, a partir de este sábado”, indicó la mejor liga de básquet del planeta. Para tomar dimensión del suceso, será la primera vez que van a mostrar una liga no afiliada a ellos.

Wembanyama ya tuvo contacto con el mundo de la NBA al jugar con el Metro dos partidos antes del comienzo de la temporada ante el Ignite, la franquicia de la liga que juega en la G-League, la liga de desarrollo de la NBA. El motivo del enfrentamiento entre ambos equipos es que en el Ignite se encuentra Scoot Henderson, el otro candidato a quedarse con el número uno del Draft 2023.

En sus dos rutilantes presentaciones bajo los ojos del mundo entero, el francés deslumbró anotando 73 puntos en ambos juegos (36,5 por partido), 15 rebotes y nueve tapas; además de siete triples en el segundo encuentro, demostrando un dominio de todos los aspectos del juego, incluido el tiro a distancia a pesar de su altura.

La obsesión por adquirir al francés en el Draft llevó a que la NBA controle fuertemente los intentos de las franquicias por perder adrede (“tanking” en el vocabulario del baloncesto) y así terminar en los puestos bajos para tener más opciones en la lotería del Draft del año que viene