No es fácil ser un deportista de élite. Y menos en un deporte tan difundido y mediático como lo es la NBA. La globalización que ha alcanzado la mejor liga de baloncesto del mundo es algo que pocas competiciones han podido alcanzar. Y jugar en ella es un arma de doble filo. Así, al menos, lo reconoce la estrella de los Minnesota Timberwolves, Karl Anthony Towns.

En una entrevista con la prensa, en la previa del inicio de la nueva temporada, el dominicano mostró la otra cara de la moneda de jugar en la NBA. La opuesta a los flashes y los aplausos. “Si tienes una mala noche, y hablo de cualquiera de los jugadores más reconocibles del mundo, escuchas comentarios como: ‘Apesta, apesta’. Pero se olvidan de que llevabas cinco partidos seguidos anotando 40 o más puntos. Si ese día haces 16, entonces eres basura”.

El interno que arrancará su séptima temporada en la liga, reconoce que, a diferencia de lo que muchos piensan, los jugadores están al tanto de lo que opinan los fans, a pesar de que los comentarios puedan estar lejos de la realidad y no sean un parámetro. Todo esto se da en el marco del nuevo impulso que tomó la importancia de la salud mental de los deportistas, incluso los consagrados.

“Eso forma parte de ser una estrella de la NBA. Una vez que los aficionados se hacen una idea mala de ti, no quieren cambiarla, no quieren ni oír hablar de otras opiniones. Es algo así como ‘soy el tipo más listo del mundo y lo voy a poner en Twitter’, sin importar si eso hiere al deportista”.

El debate que plantea el dominicano no es nuevo. Muchos jugadores, además de Towns, han expresado que tuvieron que pelear contra las etiquetas marcadas por los aficionados a pesar de evidentes mejorías en su juego. Las redes sociales dan un poder que hace algunos años no existía y esas críticas, a menudo inmerecidas, forman parte de un nuevo enemigo con el que los deportistas tienen que combatir.

“Un ejemplo de eso es James Harden. Ha sido criticado hasta el extremo por su juego en los playoff y, si yo pregunto por qué, solo me dicen ‘bueno, yo miro baloncesto’. Pero yo digo que Harden promedió más de treinta puntos por juego en los playoff y es ridículo que le llamen a eso fracaso“, finalizó Towns.

Luego de las situaciones vividas por Simone Biles o Naomi Osaka en los últimos meses, está claro que los deportistas empiezan a sacar a la luz los problemas con los que tienen que convivir fuera del campo de juego. Y la NBA no está exenta de eso. Los comentarios del dominicano deberán ser tomados en cuenta para continuar por el camino correcto de valorar el esfuerzo de los atletas.