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No han sido días fáciles estos últimos para los Philadelphia Sixers, que han mostrado cierta irregularidad en cuanto a sus resultados, lo que les ha impedido continuar entre los primeros lugares de la conferencia del Este; pero este sábado han salvado un partido ante los Lakers que bien les puede devolver toda la confianza.

Un encuentro que pareciera que hubiesen pactado que ambos ganarían al menos dos cuartos y por el mismo margen, llegando a la entrada de los últimos minutos con ventaja de 10 para los Sixers, pero los visitantes volverían a reaccionar para igualar las acciones a 120 puntos y tener que forzar el tiempo suplementario.

Entonces, nuevamente surge la figura del pívot Joel Embiid, dejando sin ninguna opción a unos Lakers que solo pudieron anotar 2 puntos en esta prórroga y de esta forma se ven vencidos por tercer duelo consecutivo.

Embiid ha tenido un enorme partido de 38 puntos y 12 rebotes, pero habiendo explotado en el primer periodo con 20 tantos; sencillamente ha sido el catalizador de un equipo que ha seguido padeciendo la ausencia de James Harden, aunque ya éste haya regresado y mostrando de igual forma su buen juego, ayer con 28 unidades.

Los Sixers con esto han logrado concretar su quinto triunfo en sus recientes diez compromisos, como parte de la irregularidad que mencionábamos más arriba; aunque de momento conservan la séptima posición y se mantienen a una diferencia de juego y medio por debajo de los Cavaliers en la tercera plaza.

En el caso de los Lakers, las alarmas se vuelven a encender con esta pequeña racha adversa en tres partidos, a pesar de otro gran trabajo de Anthony Davis y LeBron James, pero sobre todo un gran encuentro de Austin Reeves, con 25 puntos viniendo desde la suplencia.

Destacar que estas actuaciones de Embiid ya han sido recurrentes en esta temporada, pero durante la no presencia de Harden propició que otros elementos como De’Anthony Melton, que de paso con sus 33 puntos ha tenido el mejor partido de su carrera y por ende, los Sixers debían sacar provecho.