Golden State Warriors hizo los deberes y ganó en su casa el lunes por la noche. Ahora, con la serie 3-2 a favor de los de San Francisco, Boston Celtics enfrenta un momento crucial de la serie en el que deberá ganar los dos juegos restantes si quiere quedarse con el anillo.

El primero de ellos, en el TD Garden, será ante su público y a eso mismo se refirió Al Horford, uno de los jugadores más experimentados que posee el plantel de Massachusetts. El dominicano, que juega sus primeras Finales de la NBA (y las primeras para un jugador de su nacionalidad) se refirió a lo que vive su equipo en la previa de tan importante juego.

“Definitivamente no estuvimos tan agudos como necesitábamos en algunos momentos del partido. Simplemente es una derrota dura. Ahora nuestras espaldas están contra la pared y tenemos que ver de qué estamos hechos”, analizó el ala-pívot.

El contexto no es ajeno para los Celtics, ya que en las semis de conferencia, ante el último campeón Milwaukee Bucks, estuvieron en la misma situación, con el agregado de que el sexto juego fue en la ruta y no en casa como en esta oportunidad. Ante el equipo de Giannis, los Celtics ganaron el sexto y el séptimo y avanzaron de ronda.

“Obviamente estamos un poco desanimados después de tener un buen tercer cuarto y no ser capaces de ejecutar en el último como necesitábamos. Sentimos que teníamos oportunidades. Sí, nuestras espaldas están contra la pared, pero es el momento de mirarnos a los ojos y resolverlo. Tenemos un nueva oportunidad. Tenemos que resolverlo. No existe un mañana para nosotros”, resumió Horford.

El equipo que dirige Ime Udoka no gana un campeonato desde las Finales de 2008 cuando la franquicia, en aquel entonces comandada en cancha por Kevin Garnett, Paul Pierce, Ray Allen y Rajon Rondo, vencieron en seis juegos a Los Ángeles Lakers. La anterior final fue en 2010 cuando, ante el mismo rival, cayeron en siete partidos.