El cocinero de Napoleón Bonaparte, el doctor Morel, el hombre que sepultó a John F. Kennedy, el granjero que escondió a John Wilkes Booth y después, el árbitro de aquel primer juego de Grandes Ligas en abril de 1876, después el que le alcanzó el vaso de agua a Lou Gehrig en su célebre discurso o el que vendía los hot dogs, aquella jornada donde Roger Maris batía el récord de jonrones a Babe Ruth; todos sin excepción, protagonistas igual, desde abajo o tras bambalinas, pero espectadores importantes de momentos únicos.
En todos lados están, en la política, el deporte, también el arte; el que le llevaba los pinceles a Picasso o le preparaba el baño a Rembrandt, más allá, la última mujer de Paul Gauguin en aquel rincón apartado de la Polinesia, donde se refugió para pasar sus últimos días, el genio postimpresionista de finales del siglo XIX.
Juan Toscano
La historia de Juan Toscano no es diferente, a la distancia puede parecer, pero no, pues a sus 29 años, el nacido en Oakland, California, pero de profundas raíces mexicanas, se convirtió en el primer jugador azteca en ganar un título en la NBA.
Si bien, Toscano, casi siempre miró la acción desde la banca, vio algunos minutos en la cancha y en esta temporada, su segunda al máximo nivel, logró sumar 70 partidos en fase regular, además de llamar la atención en el concurso de clavadas, donde vistiendo un uniforme con los colores de la bandera de México, quedó segundo.
Los números de Toscano, tampoco fueron algo para deslumbrar, 4,1 puntos por partido, 2,4 rebotes y 1,7 asistencias, pero siempre que Steve Kerr lo ponía en la duela, cumplía bien en labores defensivas, ejerciendo una férrea presión en los marcajes.
Así, llegó a la postemporada y la dinámica tampoco cambió, Toscano, tuvo sus instantes bien contados, pero piso el tabloncillo al menos en los juegos 1, 2, 3 y 5.
El comienzo
Sus andanzas por el baloncesto profesional comenzaron siete años atrás cuando en 2015 firmó con los Soles de Mexicali de la Liga Nacional de Baloncesto profesional en México y ya en ese entonces formó parte de la selección nacional al clasificatorio para los Juegos Olímpicos en 2016.
En 2017 terminó siendo el jugador más valioso del máximo certamen en suelo mexicano, entonces con los colores de Fuerza Regia de Monterrey y su camino hacia la NBA quedaba trazado.
El ascenso
Toscano-Anderson estudió Criminalística y Leyes en la Universidad de Marquette en Wisconsin y siguió vinculado al baloncesto por cuatro años, jugando para los Golden Eagles.
En 2020 logró concretar su primer acuerdo económico con los Warriors y hoy, dos años después reivindica el hermoso legado de México en las duelas de la NBA, desde que Horacio Llamas, allá por 1996 iluminara el sendero con los Suns.
Ya a comienzos de los 2000, con Eduardo Nájera, arribando a Dallas Mavericks, comenzó la época de esplendor que siguió Gustavo Ayón y después Jorge Gutiérrez.
Y así, sin mucho ruido, pero igual tocado por la gloria de ser parte del titulo número siete en la historia de Golden State Warriors y del cuarto anillo en ocho años, Juan Toscano sonríe a todos, con un sombrero mexicano y la bandera tricolor por encima.