Karl-Anthony Towns revolucionó la NBA siendo uno de los grandes exponentes, desde su llegaba a la Liga en 2015, del pívot tirador. Jugar en esa posición, estaba reservado para hombres gigantes, con potencia física para dominar bajo el aro y nada más. Pero de a poco el juego se volvió multifacético y los “grandotes” se alejaron del poste para tirar de más lejos. Y KAT es uno de los mejores.

El ganador del concurso de triples del último All-Star Game tuvo su noche mágica al anotarle 60 puntos a San Antonio Spurs en el triunfo de Minnesota Timberwolves por 149-139. Esa cantidad de puntos encestados es el nuevo récord de la franquicia, rompiendo la anterior marca (también propiedad del dominicano) de 56 tantos.

Towns se convirtió en apenas el cuarto jugador en la historia que logra encestar 60 puntos y atrapar 17 rebotes desde la fusión de la ABA-NBA. En dicho listado se unió a Karl Malone (1990), Michael Jordan (1990) y Shaquille O’Neal (2000).

Towns demostró que el tiro desde todos los ángulos en su fuerte, ya que encestó 19 de sus 31 lanzamientos de campo (incluyendo un 7 de 11 en triples) y estuvo casi perfecto desde la línea de tiros libres con un 15 de 16. Una noche muy efectiva

Pero los récords no terminan allí, ya que los 32 puntos que Towns metió en el tercer cuarto (el resto del equipo se combinó para 14 puntos) también es una nueva marca histórica para la franquicia. De hecho, es el cuarto registro histórico más alto detrás de los 37 de Klay Thompson, los 34 de Kevin Love y los 33 de George Gervin y Carmelo Anthony.

De esta forma, los Wolves se consolidan en el séptimo lugar de la Conferencia Oeste, a un juego y medio del sexto (Nuggets), el último con pase directo a los Play-Off. Mientras que San Antonio acumula dos derrotas seguidas luego de que su coach Gregg Popovich se convirtiera en el máximo ganador de la historia de la NBA y complica su chances de meterse en el Play-In.